Jesús Morlán: «Me exijo una medalla»

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso Lois REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Pese a dirigir un equipo sin gran tradición en canoa, apunta al podio en Río

28 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El entrenador Jesús Morlán, preparador desde siempre de David Cal, apura sus días en Pontevedra antes de viajar a América. Contratado por la Federación de Piragüismo y el Comité Olímpico brasileños, asume la dirección del equipo de canoa. Contará con otros dos técnicos para entrenar «seis palistas séniores, seis sub-23 y cuatro chicas».

-¿Cuándo se estableció el primer contacto con los dirigentes brasileños?

-Durante los Juegos de Londres, pero no quise hablar hasta que terminasen de competir sus deportistas. Luego fuimos manteniendo un contacto cada vez más frecuente, por llamadas y correos electrónicos, que se intensificaron en diciembre y enero. Pero yo no iba a aceptar sin ver las instalaciones. En Sao Paulo vi el centro de entrenamiento, el pantano para larga distancia, la pista olímpica... En Río también fui a conocer la pista, y allí fue donde me hicieron la oferta en firme. En kayak y damas no tienen demasiado nivel, pero sí algo más en canoa. Y será su apuesta.

-¿Qué medios ponen a su disposición? ¿Mejores que los que tuvo en España?

-Me darán todo lo que necesite para trabajar en las mejores condiciones. Todo. Ahora, tienen mejores condiciones que en España. Lo que no tienen, lo compran. El centro de alto rendimiento de Sao Paulo es espectacular, como tres veces la Blume de Madrid. Son los Juegos de un país emergente como Brasil y quieren estar entre los diez primeros del medallero y ser el segundo país americano tras Estados Unidos. Son ambiciosos.

-¿Cuánto tiempo pasarán concentrados en Sao Paulo antes de instalarse en Río?

-En Sao Paulo está el equipo, es donde se encuentra todo montado. Aunque Río tiene una pista preciosa y la ventaja de que será en la que competirás en los Juegos, con el componente de clima y viento. ¡Qué mejor sitio! En cuanto sea posible, porque cuesta dinero, me llevaría al equipo. Tengo que hablar con los chicos de la federación para que me cuenten como les fue en Río, en una instalación que usan muchos otros clubes.

-¿Qué expectativas tienen? ¿Qué le piden?

-Me contratan porque creen que tienen suficiente talento para intentar luchar por una medalla en Río. Es cierto que no tienen un nivel mucho peor del que tenía David a su edad, pero tampoco es el mismo. David los va a hacer mejorar muchísimo, y él también se va a beneficiar.

-¿Cómo afronta el desafío a nivel personal?

-Me apetece muchísimo. Es un reto. A mí ellos no me piden una medalla, me la exijo yo. Un séptimo puesto es el mejor resultado del piragüismo brasileño en los Juegos. Sé que para ellos mejorarlo ya no estaría mal. Pero, como yo creo que tengo talento, quiero hacer de ellos unos espartanos para que luchen por una medalla. Son brasileños, no alemanes, y tienen una forma de trabajar, y yo otra. Deberé pelear con ellos. Pero cuando vean que después de tres gritos los tiempos bajan, verán que les compensa el esfuerzo.

-Pasa de la máxima exigencia con Cal, a otra diferente.

-Para mí es un reto tan interesante o más. Me exijo una medalla con ellos. Necesito ese listón y que ellos lo tengan. No puedo ir a por el sexto puesto. No voy a Brasil a eso. Que luego luchamos por el sexto lugar en la final, pues hasta aquí llegamos.

-¿Mira más allá del 2016?

-Sí. Ahora tengo una excedencia en la federación española hasta el 2016. Entonces podría volver o seguir en América. Pero en el 2020 me gustaría dejar el piragüismo a este nivel, y seguir vinculado de otra forma al deporte, no a pie de agua.