Un dopaje aún más temerario

Antón Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La AMA detecta positivos por un producto experimental que puede provocar cáncer

24 mar 2013 . Actualizado a las 18:51 h.

El ejercicio continuado provoca en el organismo de las personas cambios metabólicos beneficiosos para la salud. Ayuda, entre otras cosas, a prevenir la diabetes, el colesterol y la obesidad. Precisamente con el objetivo de reducir el impacto de esta última enfermedad, los laboratorios comenzaron a desarrollar fármacos que produjesen transformaciones en el organismo similares a las que surgen con la actividad física. Píldoras que, sin moverse, del sofá de casa simulasen que se había sudado la gota gorda. Pastillas para generar al deportista de salón. Un cuento de hadas para más de uno. Sin embargo, algunos competidores ya han encontrado con estos productos un nuevo atajo hacia al éxito. Así lo advertía la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) esta semana. El organismo internacional asegura que conoce el uso de una sustancia conocida como GW501516 (un fármaco en desarrollo para favorecer el consumo de grasa frente a la glucosa), entre los atletas y, en un anuncio poco común, pide encarecidamente que se evite porque sus efectos secundarios son altamente nocivos para el ser humano. Distintos tipos de cáncer, graves desórdenes en el sistema nervioso y diabetes figuran ente algunas de la secuela de esta pócima milagrosa.

La combinación de GW501516 con el AICAR (un producto que cambia las fibras músculares por unas de bajo consumo energético y que se hizo popular durante la operación Skype en la que se le encontraron varias dosis al médico Alberto Beltrán, acusado de dopar al ciclista David García) parece ser un binomio infalible para los deportes de resistencia. Mientras el primero prioriza el consumo de lípidos (grasas) frente a la glucosa y potencia el desarrollo muscular, el segundo se encarga de hacer músculos más eficientes, que se conforman con menos combustible.

En este sentido, las pruebas con ratones a los que se le había suministrado AICAR demostraron que habían incrementado su rendimiento físico hasta cinco veces por encima de su nivel habitual. De todos modos, los médicos advierten de que estos datos en ratones no siempre se ven reflejados en humanos y que el uso de fármacos en desarrollo puede tener consecuencias nefastas. Incomprensiblemente, hay quien se arriesga.