Leo Messi lidera el Barça más «guardiolesco»

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DEPORTES

ALBERT GEA

El argentino brilla ante el Milan y el equipo azulgrana recuperó su versión más agresiva y competitiva

13 mar 2013 . Actualizado a las 20:00 h.

Leo Messi, tras unas semanas de numerosas dudas, lideró a un Barça que volvió a su mejor momento cuando más lo necesitaba, y que recordó al de los mejores tiempos de Pep Guardiola. El Barcelona ofreció el martes un recital y su singular generación de futbolistas se llevó una remontada para el recuerdo, como reclamó en la víspera Xavi, con su victoria 4-0 sobre el Milan.

Sus futbolistas despertaron con una sensación olvidada durante los últimos tiempos, la de leer en la prensa incontables elogios a su actuación ante el Milan, que propició el pase a cuartos de final de la Champions League tras caer 2-0 en la ida. Y un nombre se situó por encima de todos: Messi. El argentino, tan melancólico como su equipo en los partidos previos, recuperó las mejores sensaciones con dos goles espectaculares y una enorme sensación de liderazgo.

«¡Qué feliz que estoy! Sabíamos que podíamos. Necesitábamos un partido así con un Camp Nou así. Hemos hecho un gran partido», aseguró Messi en su cuenta en la red social china Weibo. Es como si el argentino fuera la imagen del Barça: una buena actuación suya acompaña a una gran actuación de todo el equipo. Y al contrario. «Se especulaba que no estaba bien, que si no sé qué y no sé cuántos. Pero si hoy alguien tenía alguna duda, Messi nos ha vuelto dar otra lección magistral de fútbol y de que es un jugador fuera de lo común, extraordinario, que rodeado de jugadores extraordinarios es capaz de hacer lo que hace en las grandes citas», dijo Jordi Roura tras la remontada de Champions League.

El Barcelona enterró así su malestar general después de días de incertidumbre, análisis de su eventual depresión y críticas. Aunque Sergio Busquets, otro de los destacados del partido, aseguró que la actuación ante el Milan no fue una contestación a nadie, sino una reivindicación futbolística de todo el plantel. «No tenemos que callar bocas, lo hacemos por nosotros. Cuando pierdes, lo pasas mal, no estás acostumbrado, y estos días vienen bien para coger confianza y valorar de lo que somos capaces», destacó.

De alguna forma, el Barça del martes recordó a la mejor versión del equipo de Guardiola, la de un equipo con presión feroz en el centro del campo, recuperación rápida de balón, posesión con sentido vertical, llegadas al área finalizadas con remates y gran actuación de todos sus líderes. Durante los últimos días se criticó la versión de un Barcelona que acaparaba la posesión de balón para nada, cayendo en algo parecido a la autocomplacencia. Pero nada de eso se vio ante el Milan en el Camp Nou.

Lo que queda en la memoria del aficionado son 70 minutos de gran fútbol, con un gran Messi y un gran Barça que recordó al de las mejores ocasiones. De hecho, la actuación de Messi (que por fin marcó en juego a un equipo italiano, cuando hasta el martes sólo lo había hecho de penalti) desató elogios de su compatriota Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, que asegura que el primer gol del 10 del Barça recordó al que anotó Maradona en el Mundial 94 contra nigeria. «Es muy parecido por la finalización, aunque en el de ayer la jugada fue más corta y aquella más larga. Si el gol lo vemos desde atrás no había otro lugar por donde pueda entrar la pelota. Lo veía el cámara de atrás y Messi, nadie más. Tenía más dificultad éste que el de Maradona porque tenía más gente cerca», comentó Simeone.

Así lo constataron los 90.000 hinchas que llenaron el Camp Nou y los millones que lo vieron en el televisor. Todos vieron a un Barça que envió un claro mensaje a Europa: ha vuelto, aunque quizás Messi nunca se fuera.