Barcelona-Milan: Una goleada para buscar la gesta en la Champions

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DEPORTES

El equipo ve posible la remontada en el Camp Nou si se recuperan sus viejas señas de identidad

12 mar 2013 . Actualizado a las 02:37 h.

Si el Barcelona necesitaba un reto para despertar su hambre, ahora lo tiene: mañana recibirá al Milan con la obligación de golear para seguir vivo en la Liga de Campeones.

Ningún resultado fue más sorprendente en la ida de los octavos que el triunfo 2-0 del Milan en San Siro ante uno de los grandes favoritos del torneo. Un resultado que provocó en el Barcelona un sentimiento de desorientación desconocido en los últimos años.

La derrota ante el Milan tuvo efectos prolongados en el Barcelona, que cayó luego en dos ocasiones consecutivas ante el Real Madrid, incluyendo las semifinales de una Copa del rey que los azulgranas ya no podrán ganar.

Mucho se debatió en este tiempo sobre qué le está sucediendo a un equipo casi invulnerable hasta hace sólo un mes. Se comentó de todo: falta de un líder en el banquillo, melancolía de Lionel Messi, lentitud, falta de tensión competitiva... Pero ahora le llega la ocasión de desterrar males.

Desde la prensa a las redes sociales, los hinchas del Barcelona se volcaron bajo una misma consigna: se puede. Y alentaron la idea de que la remontada es posible si el equipo recupera sus viejas señas de identidad. Desde la presión defensiva hasta la profundidad en ataque.

Eso, y la paciencia, es lo que intentará aplicar el Barcelona, que dispone de todas sus mejores armas para la cita después de que la mayoría descansara en el último partido de la Liga española ante el Deportivo de La Coruña (2-0).

La principal duda es ver si el Barcelona seguirá apostando por su conocido esquema 4-3-3 o si cambiará: ¿Jugar con sólo tres defensas? ¿Incorporar a Messi a la mediapunta para sumar un delantero más? ¿Alinear juntos al tridente formado por Alexis Sánchez, David Villa y Messi? Lo que es casi seguro es que Xavi Hernández entrará en la medular tras superar una lesión muscular que le tuvo ausente casi dos semanas. La cuestión es saber si el internacional español está en condiciones de recuperar sus mejores sensaciones, perdidas durante este año.

«Si jugamos a nuestro nivel habitual, tenemos opciones. Contamos con futbolistas espectaculares, así que no creo que esta eliminatoria acabe hasta que el árbitro pite el final. Tenemos muchas ganas de conseguir esta gesta, y las grandes gestas son para los grandes equipos», afirmó el defensa Dani Alves en una entrevista concedida a la UEFA.

¿Habrá «catenaccio»?

El Milan llega a Barcelona en su mejor momento de la temporada. Es tercero en la Liga italiana, a dos puntos del Napoli y a 11 de la Juventus, pero hace días que sólo vive para el partido de Liga de Campeones. Como su rival.

Por lo pronto, el club italiano descartó que el equipo vaya a montar una trinchera defensiva en el Camp Nou. «No será Fort Apache. No está en un nuestro ADN», aseguró su director general, Adriano Galliani.

Pero tampoco se esperan demasiadas alegrías ofensivas en el conjunto de Massimilano Allegri, y sí algo muy parecido a lo exhibido en la ida: un equipo muy compacto atrás y con la idea de lanzar contraataques a la menor ocasión.

La consigna del Milan si quiere pasar es la de conseguir hacer al menos un gol, lo que obligaría al Barcelona a lograr cuatro. La mala noticia para sus intereses es que no podrá contar con el atacante Giampaolo Pazzini, lesionado el viernes. Tampoco estará el popular Mario Balotelli, no inscrito en la competición.

En cambio, sí entró en la convocatoria el defensa francés Philippe Mexes, recién salido de una lesión muscular. Su concurso es vital si el Milan quiere mantener inédito a Messi.

El Barcelona desea repetir lo ocurrido ante el Milan en los cuartos de final de la pasada temporada y en las semifinales de 2006, cuando eliminó al conjunto italiano.

Lo que ocurre es que nunca estuvo más exigido que ahora, con un 2-0 adverso y con tantas incógnitas por resolver en cuanto a su momento de forma.

Pero de lo que nadie duda es del excepcional ambiente que vivirá el Camp Nou, un estadio que se convertirá en una caldera para intentar impulsar a su equipo hacia los cuartos de final. Cualquier otro resultado sería una decepción mayúscula para uno de los principales favoritos al título, quizá el mayor.