La recuperación de Nadal es una gran noticia para el deporte en general y para el tenis en particular. Su demoledora victoria sobre un rival de la dificultad de David Ferrer, en la final de Acapulco, confirma el regreso del mallorquín a su mejor nivel en tierra batida, y con tan buenas sensaciones que ha decidido probar el rendimiento de su rodilla en la superficie sintética de Indian Wells, alternativa prácticamente descartada la pasada semana.
La vuelta de Rafa supone un gran revulsivo para el tenis en general y para el español en particular por muchas razones. En primer lugar, por lo que significa para nuestro país contar con un jugador entre los favoritos de los grandes torneos. También supone un incentivo para las escuelas de tenis, en las que tantos niños se fijan en sus evoluciones. Y además, importa por el ejemplo que supone para los jóvenes su actitud y comportamiento tanto dentro como fuera de las pistas.
El tenis mundial gana porque no hay nadie en el circuito de las características de Nadal. Alguien que galvanice a los públicos de todo el mundo como él, con un estilo distinto y una personalidad diferenciada, que contrasta con la elegancia de Federer, la competitividad de Djokovic, y la tosquedad de carácter de Andy Murray.
Durante estos últimos meses se añoraba la presencia de Rafa, y en muchos medios se ponía en duda su regreso a la alta competición. Afortunadamente, la recuperación del jugador de Manacor, por lo que se refiere a la tierra, ya es un hecho.
El próximo torneo de Indian Wells confirmará si su regreso también lo es a lo grande en superficie dura, pero a día de hoy el tenis en particular, y el deporte en general están de enhorabuena con el retorno de Rafa Nadal.
Al hilo de su regreso, merece una reflexión la importancia de estar al 100% de condiciones físicas en el tenis de hoy en día. No lo estaba cuando perdió con Rosol en Wimbledon ni cuando cogía ritmo ante Zeballos en Viña del Mar. Por eso su rendimiento no fue el habitual y la diferencia se notó tanto. Conectada con la condición física se encuentran los apoyos, algo fundamental en el tenis actual. Cuando hay la más mínima duda, todo el juego se resiente y se puede pasar del 10 al 6.