Otros futbolistas con pasión por la velocidad

Redacción / Efe

DEPORTES

01 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los problemas de Benzema en la carretera, su afición por pisar el acelerador más allá de lo que permiten las normas, recuerda a los gustos de otros ilustres del balón como el futbolista inglés David Beckham, quien posee un respetable historial de penalizaciones por exceso de velocidad.

Beckham, el año pasado, golpeó con su todoterreno a otro vehículo en Los Ángeles después de conducir de manera «temeraria» y «con exceso de velocidad», según varios testigos y como relata la revista Tráfico y Seguridad Vial en su número 217. Hace unos años, revela esta misma publicación, el inglés fue «recriminado» por conducir a 96 kilómetros por hora por la famosa calle Sunset Boulevard, donde la velocidad máxima es de 56.

Makelele, en Vigo

Tampoco se quedó atrás el centrocampista francés Makelele que se estrelló con su Ferrari en la AP-9 a la altura de Teis cuando formaba parte de la plantilla del Celta de Vigo. Sufrió lesiones menores.

Por su parte, Drenthe, el exjugador del Real Madrid, fue multado en el 2010 por conducir a más de 160 kilómetros por hora por las calles de Alicante. El alemán Michael Ballack se pasó de frenada al volante, en la provincia de Cáceres, al circular a 211 kilómetros por hora una autovía. Pero la antología de los despropósitos al volante la protagoniza Edmundo, el jugador que posiblemente ostente el triste récord de número de multas en circulación. A Edmundo solo en el 2008 se le contabilizan hasta 17 notificaciones.

Pero no todo es reincidencia. Pepe Reina, por ejemplo, aprendió la lección en el 2008 tras conducir a mayor velocidad de la permitida en Inglaterra en una calle céntrica de Liverpool.

El portero internacional compareció ante el tribunal de Liverpool y se declaró culpable de haber sobrepasado los límites de velocidad cuando conducía su coche, un Porsche 911.

La velocidad también sedujo a otros deportistas como Lewis Hamilton, el piloto británico de Fórmula 1, o el golfista José María Olazábal.