Super Bowl 2013: En honor del biónico Ray Lewis

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Ray Stubblebine / Reuters

La final de la NFL enfrenta a los hermanos Harbaugh y será el colofón a la carrera del mejor «linebacker» de la historia

02 feb 2013 . Actualizado a las 21:01 h.

Una Super Bowl para cerrar un ciclo. Una final fratricida en casa de los Harbaugh. El aura de Joe Montana lleva demasiado tiempo sobrevolando. Un partido en memoria de las víctimas del Katrina. Una cita en honor a Ray Lewis.

Nueva Orleans acogerá en la madrugada del domingo al lunes (00.00h. en Canal+ 1 y Canal+ Deportes) la 47ª final de la Liga Nacional de Fútbol americano (NFL), la que designara al sucesor de los New York Giants. Trescientos millones de espectadores se fijaran en cada detalle de lo que suceda en el sintético césped del Superdome. Desde el himno estadounidense interpretado por Alicia Keys hasta el ultimo touchdown, pasando por la actuación de Beyoncé.

El partido será un asunto de familia. Los hermanos Harbaugh son los entrenadores de los dos finalistas. Jim dirige a los San Francisco 49rs. John, a los Baltimore Ravens. John es metódico, paciente. Jim es altanero, casi maleducado. La polarización es tal que algunos han bautizado al partido como la Harbowl.

De acusado de asesinato a héroe

Pero, por encima de todo, será la noche del mejor linebacker de la historia. La última y épica noche de Ray Lewis, que tras su grave desgarro de tríceps que le ha obligado a utilizar una prótesis para llegar a tiempo su propia despedida, recibe el sobrenombre de El Biónico.

El capitán de la defensa de Baltimore es un mito viviente en el fútbol americano. El único linebacker que ha conseguido ser el MVP en los últimos 33 años. Lo logró al mismo tiempo que su único título nacional hasta el momento, en el año 2001, meses después de haber sido acusado de doble asesinato.

Sin embargo, el destino apostó fuerte contra él y su presencia el domingo es un obligado ejemplo de superación. En octubre, en un partido contra los Dallas Cowboys, sufrió un desgarro total de su tríceps, lo que para un jugador que debe placar a moles humanas de un centenar de kilos que avanzan como velocistas es algo más que una simple lesión.

Una recuperación milagrosa y la ayuda de una prótesis especial en su brazo han reforzado el mito, que ya se despidió de su parroquia con lágrimas en sus ojos y una extraña danza sobre el terreno de juego.

Pero si una persona estará pendiente de cada gesto postrero del último héroe americano, ésa será el entrenador rival, Jim Harbaugh, un viejo conocido. Él, que fue compañero de Lewis cuando ambos defendían la camiseta de los Baltimore Ravens, también fue la primera víctima del implacable placador cuando Harbaugh militaba en los Indianápolis Colts.

Los finalistas acuden a la primera Super Bowl en Nueva Orleans tras el huracán Katrina con el firme objetivo de sacarse de encima sus propios demonios, tras caer en las finales de conferencia la pasada temporada.

Joe Flacco es el quarterback talismán de Baltimore, clasificado siempre contra pronóstico. Los favoritos, San Francisco, no ganan el título desde hace dieciocho años, lastrados por el peso de una historia con nombre propio: Joe Montana y Steve Young.