«Alguien debería preguntarse por las causas de que esté el campo así y actuar en consecuencia». Con esa frase resumía Tinto el malestar en el seno del Estradense por el deterioro del césped de A Baiuca, que llevó a suspender el choque de ayer por la tarde ante el Pontevedra B. El técnico local acudía en la tarde del viernes a comprobar el estado del campo, que seguía con problemas a causa de la lluvia, pero que permitía la práctica del fútbol sin excesivos problemas. Un cariz muy distinto tomaba la situación tras «actuar» en la mañana de ayer la empresa contratada por el Concello para el mantenimiento de A Baiuca. En varias zonas había auténticos lodazales que imposibilitarían el juego, además de suponer un riesgo de lesiones.
«Mejor que no lo hubieran tocado, si te entierras dejar de pasar el pisón y limítate a pintar, así se podría haber jugado», recalcó Tinto, molesto porque en lo deportivo su equipo había entrenado fuerte y había ganas de jugar y hacer un buen partido. Pero primó la seguridad de los jugadores, aunque el árbitro de la contienda, Marcos Ordóñez, mandó a los equipos cambiarse para calentar pensando en disputar el partido.
Al pedirle Tinto su opinión sobre el campo, el árbitro le dijo: «Déjame asimilarlo primero porque esto no lo vi en mi vida». Pero cuando los equipos estaban vistiéndose el colegiado llamó a su vestuario a los delegados de los equipos, entrenadores y capitanes para acordar la suspensión. Una decisión en la que también tuvo que ver la inspección que efectuó el delegado federativo presente ayer en A Baiuca.
El Pontevedra B se había mostrado desde un principio muy reacio y en contra de jugar, como expuso su entrenador, Jacobo. Una teoría que comparte Tinto a pesar de las ganas que tenían sus jugadores, pensando en que Brais y Vicente estaban entre algodones y podían lesionarse u otros futbolistas para mucho tiempo. «La gente trabaja y no podemos arriesgar a que el lunes tengan que llegar ante su jefe y decir que están de baja dos meses porque se lesionaron el sábado jugando al fútbol», postulaba el técnico estradense. «Si hubiera habido un diluvio que dejase impracticable el campo, de acuerdo, son cosas que pasan, pero esto no es de recibo que estamos en Preferente y no jugamos pachangas», manifestó verdaderamente molesto Tinto.
Ahora restará que los dos clubes se pongan de acuerdo para fijar nueva fecha y plantearla a la Federación. Tinto pretende que no se acumulen dos partidos en Semana Santa y dejar sin minivacaciones a sus chicos.