Las dos deportistas se iniciaron en el voleibol en el deporte escolar. Alba lo hizo compitiendo con el Colexio Novo. Un año fue suficiente para que dejara claros destellos de calidad, circunstancia que motivó que Manolo Martínez la reclamase para A Pinguela.
La joven promesa monfortina reconoce que es «un orgullo» competir en A Pinguela, no solo por la entidad del equipo, sino por la continua ayuda que recibe de todas las deportistas de la primera plantilla. «Son una gran familia, y con el trato que nos dispensan nos hacen sentir como dos componentes más del grupo», comentó Alba Fernández.
Por su parte, Andrea comenzó su andadura en el voleibol con tan solo 8 años. Empezó a competir con el equipo de los Escolapios, y con 12 años dio el salto al conjunto de A Pinguela también de la mano de Martínez. «Mi ilusión siempre fue jugar en el primer equipo de A Pinguela. Mi espejo es Noelia Sánchez, a la que espero parecerme. Me gustaría triunfar en el voleibol», dijo.