López Rivas finaliza otra etapa pese a que su vehículo se apagó

pontevedra / la voz

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17 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Toyota que pilotan José López Rivas y Diego Vallejo se apagó 70 kilómetros después de la salida de la décima etapa del Dakar. El equipo gallego no encontraba explicaciones para lo ocurrido. No obstante, tres horas más tarde descubrieron que un cable del encendido del motor se había soltado.

Aunque el problema mecánico se había resulto, pronto se enfrentarían a otro. Una vez en marcha, salieron detrás de los camiones, lo que, según el propio López Rivas, genera una gran desventaja. Los vehículos pesados rompen las pistas del recorrido del rali y además crean mucho polvo, lo que dificulta todavía más el pilotaje.

«La décima etapa fue un infierno», precisó el automovilista lucense afincado en Sanxenxo. «No pudimos tener más problemas», añadió.

Pese a las dificultades, el tándem cruzó la línea de meta en la provincia argentina de La Rioja. Ayer, los pilotos del único equipo gallego de categoría turismo cubrían el tramo entre La Rioja y Fiambalá del raid más complicado del mundo.

Si todo sale como hasta la fecha, los gallegos alcanzarán la meta de Santiago de Chile el sábado día 19.