La directiva del C.D. Boiro decidió pagar la mitad de la nómina de noviembre a la plantilla por los malos resultados obtenidos durante ese mes. Las cinco derrotas cosechadas por los boiristas dieron pie a ese «toque de atención», que según señalan en la entidad «se les devolverá si terminan la temporada entre los dos primeros», puestos que darían el ascenso a los de Gelucho.
En los despachos de Barraña entienden que «el rendimiento global de los jugadores no fue el mejor» durante esos encuentros, y por eso, para «cortar de raíz de el problema», se optó por asumir esta drástica decisión. Las explicaciones sobre la medida adoptada por el presidente, David Places, y su equipo, la matizaba ayer Gelucho tras el encuentro contra el O Páramo. «El toque de atención es normal que no guste pero hay algunos jugadores que tienen que saber el lugar que ocupan y los esfuerzos que hace la directiva para pagarles a final de mes».
El entrenador boirista explicó que el grueso del vestuario «aceptó la decisión aunque no gustase, pero Jonathan Estévez y Hugo Soto la increparon y su actitud perjudica al grupo». Ambos jugadores no entrenaron esta semana por decisión propia y el máximo responsable del equipo asegura que «ya se están buscando alternativas para esas posiciones», que pasarían por la contratación de otros jugadores que los suplan. Gelucho admitió que su continuidad en el equipo está complicada: «Hay que ser considerado con el resto de compañeros, que aunque somos conscientes de que la medida ha sido impopular, la respetaron y están mostrando una actitud muy profesional en cada partido y entrenamiento».
Gelucho, al igual que hace más de un mes cuando se hizo público que parte de la plantilla mantenía diferencias con él, volvió a mostrar su apoyo incondicional con la directiva, de la que dice que «está haciendo cada día más grande a este equipo a base de esfuerzo».