El Obradoiro abrirá esta tarde a las 19 horas en Madrid, ante el Estudiantes, el mes más duro del calendario. La semana próxima viajará a Málaga, después recibirá al Real Madrid y de nuevo afrontará dos desplazamientos seguidos, a Barcelona y a Bilbao. Y cerrará diciembre en casa frente al Lagun Aro.
Los dos equipos encaran la contienda sin bajas en sus filas y con el mismo balance de cinco victorias conseguidas por cuatro derrotas encajadas. Y llegan a la cita con ganas de resarcirse de la jornada anterior. El colectivo de Moncho Fernández vio como se le escapaba un partido que tenía controlado a falta de un minuto, mientras que el de Txus Vidorreta cayó en Manresa ante un rival que hasta ese encuentro no había estrenado el casillero de victorias.
El Obradoiro emprendió viaje a media tarde con un plan de ruta claro. Sabe que las opciones de triunfo pasan por hacer valer su defensa ante un rival que apuesta por un alto ritmo de juego y de anotación. Solo una vez se quedó por debajo de los ochenta puntos, frente al Cajasol. Y sacó adelante el partido.
El Estudiantes hace la lectura inversa. Intentará que el juego sea más de idas venidas, de muchas posesiones. Y, en defensa, Vidorreta advierte de que no conviene obsesionarse con Corbacho, porque el peligro puede llegar desde diferentes frentes.
Hasta la fecha, compostelanos y madrileños han medido fuerzas en la máxima categoría en seis ocasiones. El balance es claramente favorable a los colegiales, que ganaron siempre en su feudo y dos veces en Sar.