Echegoyen y Toro, ante su futuro

Antón Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

La coruñesa Sofía Toro ha estado volcada en los estudios desde que regresó de los Juegos.
La coruñesa Sofía Toro ha estado volcada en los estudios desde que regresó de los Juegos. M. Marras < / span>

Las medallistas en Londres perfilan la clase en la que competirían en Río

30 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Apenas han tenido unos meses para disfrutar el oro que lograron en los Juegos Olímpicos de Londres, pero Támara Echegoyen (Ourense, 1984) y Sofía Toro (A Coruña, 1990) han comenzado a perfilar su futuro, ya perfilan la clase con la que intentarán viajar a Río de Janeiro. La desaparición del match race en la siguiente cita olímpica y el adelanto del mundial clasificatorio a dentro de dos años obligan a las dos regatistas a acelerar el proceso de búsqueda de un barco que se amolde a sus características. Lo que parece seguro es que esta travesía con rumbo a Brasil ya no la harán juntas.

En este sentido, Támara Echegoyen podría buscar acomodo en la clase 49er (un barco de cinco metros para dos tripulantes), mientras que Sofía Toro estudia subirse a un 470 (su nombre marca la eslora en centímetros y también ha sido ideado para dos competidoras), pero en este caso ya como patrona. «Tengo ganas de pasar al puesto de mando», confesaba esta semana la coruñesa, quien reconoce que desde que llegó de Londres se ha centrado en los estudios: «Tuve algunos actos, unas regatas y después me volqué en retomar los estudios de INEF que había abandonado en el anterior ciclo olímpico. Hasta hace poco, aún no me había parado a pensar en el proyecto para Río, pero ahora ya llevo unas semanas dándole vueltas y pienso que el 470 puede ser la elección».

Sin compañera decidida

Considera que el trabajo de Alberto García, «alguien que ha estado al máximo nivel en esta clase», en la Federación Gallega le puede ayudar en sus aspiraciones de repetir el éxito de la cita británica. En cuanto a posibles candidatas para formar su nuevo equipo, la medalla de oro en Londres explica que ya tiene nombres «en la cabeza», pero «todo es tan reciente» que todavía no se lo ha comunicado a las que podrían ser sus compañeras. No esconde que en el caso de tratarse de otra regatista gallega, la planificación de los entrenamientos sería más fácil. «El Centro de Tecnificación de Vilagarcía nos quedaría a las dos a mano y eso haría más sencillo todo el proceso de preparación.

Si finalmente decide subirse a ese barco, Sofía Toro deberá adelgazar. Todo lo contrario que le sucedía en Londres, donde las tres tripulantes del match race español tuvieron que ganar peso para lograr manejar con soltura el Elliot de seis metros de eslora en condiciones de vientos fuertes, los que se preveían en la bahía de Weymouth.

Asimismo, la gallega valoró el hecho de que se adelanten las pruebas clasificatorias para los Juegos. «La verdad no lo entiendo bien, porque, por ejemplo, nuestra embarcación que se llevó el oro en Londres no habría ni participado en este selectivo», comenta. «En un año se progresa muchísimo, sobre todo, en equipos que se acaban de formar», subraya.

Más pruebas en «match race»

Pero pese a que la clase que les llevó a la gloria ya no forma parte del programa olímpico. Sofía Toro confirma que hará más pruebas con su anterior tripulación el año que viene. «Queremos estar en una prueba mundial en Corea (donde ya compitieron a finales de verano y donde lograron el bronce)», recalca. Sin embargo, la regata no se disputará con los Elliot olímpicos, sino con barcos de mayor eslora previstos para que los manejen cinco deportistas. «Son algo más complicados de manejar y quizás no tenemos tanta experiencia en ellos, aunque seguro que nos adaptaremos», añade.

La vela oceánica, uno de los sueños que persigue Támara Echegoyen, deberá esperar para Sofía Toro. «Es un desafío mayúsculo y además sería complicado compaginar un ciclo olímpico con este reto», indica.