El Mundial regresa al país norteamericano después de 5 años con intención de meterse en su mercado
13 nov 2012 . Actualizado a las 21:19 h.La fórmula 1 protagoniza un nuevo intento por conquistar el mercado de Estados Unidos con la carrera que se celebrará el domingo por primera vez en Texas. El circuito de las Américas, situado a las afueras de Austin, se extiende por 5,516 kilómetros y albergará, cinco años después del último Gran Premio de fórmula 1 en territorio estadounidense, el de Indianápolis.
Será la carrera número 63 que se dispute en Estados Unidos. Antes Watkins Glen, Phoenix, Detroit, Las Vegas, Dallas, Sebring e Indianápolis acogieron el espectáculo de la máxima categoría del automovilismo mundial, pero antes o después terminaron desapareciendo. «Siempre he mantenido que la fórmula 1 esté presente en Estados Unidos es crucial, por lo que estoy plenamente satisfecho de que finalmente estemos regresando a este país después de pasar demasiado tiempo lejos de sus costas», señaló el directo del equipo McLaren, Martin Whitmarsh.
«Es una oportunidad de oro para este deporte de poder echar definitivamente raíces y encontrar un hogar para mucho tiempo. Desde la perspectiva empresarial, estamos en el lugar correcto en el momento adecuado. Es una oportunidad incalificable comercialmente hablando para este deporte», añadió Whitmarsh. Las palabras del director de McLaren son secundadas por el jefe de Mercedes Norbert Haug. «Volver a los Estados Unidos es un paso importante para nuestro deporte», aseguró Haug.
El año pasado Bernie Ecclestone, hombre fuerte de la fórmula 1, hizo públicas sus dudas sobre el éxito de este deporte en Estados Unidos. Sin embargo, Marcel Cordes, experto en marketing en Alemania, afirmó que el Mundial debía ser paciente para conseguir sus objetivos. «El éxito de la fórmula 1 en Estados Unidos no es cosa de una sola noche. Sólo puede producirse a largo plazo», agregó el experto de Sport+Markt.
Cordes apuntó que el interés por la fórmula 1 en el país norteamericano experimenta un notable crecimiento, y ya se equipara al nivel de seguimiento de las carreras de la Indycar. Además, aseveró que la organización de una carrera en Texas es una excelente elección. «Los residentes son jóvenes, tienen interés por la tecnología y están un poco locos. Estas cualidades hacen que todo sea más fácil para la fórmula 1», añadió Cordes.
Por otro lado, Haug confirmó que América del Norte es el mayor mercado para Mercedes y Cordes recalcó que, a pesar de la crisis económica, el interés por los coches de lujo en el país norteamericano es «muy fuerte». Asimismo, el experto en marketing avaló el atractivo que tiene para el espectador estadounidense los deportes europeos. La carrera del próximo domingo servirá, según Cordes, a Ferrari, Mercedes y McLaren para «subrayar su saber hacer y su imagen frente a una audiencia importante».
La proximidad de Texas con México provocará que muchos mexicanos acudan al circuito de las Américas para apoyar a su compatriota Sergio Pérez, piloto de Sauber que la próxima temporada correrá en McLaren. Las 120.000 entradas que salieron a la venta están casi agotadas, pero los aficionados estadounidenses no tendrán a ningún piloto local al que animar. Los únicos pilotos estadounidenses que se proclamaron campeones del mundo fueron Phil Hill en 1961 y Mario Andretti en 1978.
Scott Speed fue el último estadounidense que participó en el circo de la fórmula 1. Estuvo en la escudería Toro Rosso en el 2006 y el 2007. Su plaza fue ocupada entonces por un joven alemán llamado Sebastian Vettel, que el domingo podría conquistar su tercer título mundial consecutivo si todo va en la dirección correcta para sus intereses. Los jóvenes talentos del país norteamericano todavía prefieren la NASCAR, la fundación prevista del equipo USF1 se quebró rápidamente y la otra carrera en territorio estadounidense, en Nueva Jersey concretamente, programada para el 2012, se pospuso un año.
Ingresos de 250 millones en Austin
Este fin de semana en Austin puede cambiar el signo de los acontecimientos. La región esperar generar unos ingresos de 250 millones de dólares en la penúltima carrera de la temporada. «Este país es una tierra de grandes oportunidades para la fórmula 1 y esperamos construir sobre esta oportunidad el futuro», declaró el director de Lotus, Eric Boullier.
«Nosotros como equipo estamos encantados de regresar a Estados Unidos porque estamos convencidos de que es un mercado en el que la Fórmula 1 debe estar. Además tenemos socios americanos, así que es muy positivo estar en este país», agregó Boullier. El circuito diseñado por el arquitecto alemán estrella de la fórmula 1, Herman Tilke, ya ha acaparado elogios de los oficiales de carrera y pilotos, quienes rodarán por primera vez el viernes después de haber realizado las pruebas oportunas en el simulador.
«Todo lo que he visto es de primera clase. No tengo ningún tipo de queja», señaló el director de la carrera Charlie Whiting. El piloto australiano Mark Webber, compañero de Sebastian Vettel en Red Bull, es de la misma opinión: «El diseño se ve impresionante. Es uno de los mejores del años en términos de que será un reto para los pilotos y los coches».
Lewis Hamilton, piloto británico de McLaren, tendrá el domingo una motivación extra. Fue el último ganador de un Gran Premio en suelo estadounidense. Su victoria se produjo en Indianápolis en el 2007. «Estoy absolutamente convencido de que volveremos a Estados Unidos. Es un país fantástico y un lugar donde nuestro deporte se merece ver. Creo que el circuito de las Américas es un sitio que la moderna fórmula 1 podría llamar su casa», apuntó el campeón del mundo del 2008. «Creo que los pilotos vamos a disfrutar en esta pista y que los aficionados se enamorarán del espectáculo. Definitivamente quiero ser el primer ganador en el circuito de las Américas», finalizó Hamilton.