Maverick Viñales da la espantada: «Quiero estar en un proyecto ganador»

Ibai Ferrán COLPISA

DEPORTES

El piloto del Blusens Avinitia abandona Sepang, planta a su equipo y deja el campeonato

19 oct 2012 . Actualizado a las 19:26 h.

La noticia saltó a primera hora de la mañana, dejando estupefacto a todo el 'paddock' de Sepang. A las nueve y cuarto, cuando los demás pilotos de Moto3 salían a pista para disputar el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Malasia, la FTR Honda número 25 se quedaba parada dentro del box del equipo Blusens Avintia. Su piloto, Maverick Viñales, no se había puesto el mono de trabajo, ni siquiera se había pasado por el taller, y no iba a subirse a la moto. Acompañado siempre por su padre Ángel, se reunió con el máximo responsable de la organización del campeonato, Carmelo Ezpeleta, y al salir del encuentro dejaba el titular de la jornada: «Hemos roto con el equipo, y volvemos a casa».

Y así lo hicieron. Se compraron por internet los billetes de avión, pasaron por el hotel a recoger sus cosas y por la noche tomaban el vuelo que les devolverá este sábado por la mañana a España. Viñales, que es segundo en la clasificación general de Moto3 y aún tenía opciones (remotas, pero reales) de ganar el campeonato, explicó así su drástica decisión: «Yo quiero estar en un proyecto ganador, y este equipo es de segunda fila. No saben más y yo no puedo seguir así». El meollo de la cuestión es la próxima temporada: Viñales y Avintia Blusens anunciaron hace tan solo tres semanas, en el Gran Premio de Aragón, la continuidad del proyecto juntos para dos temporadas, 2013 en Moto3 y 2014 en Moto2. Sin embargo, desde que en julio Maverick lograra en Mugello su quinta victoria del curso los resultados habían empeorado claramente en la segunda mitad de la temporada, con un solo podio más, la semana pasada en Japón.

Quería echar atrás la renovación

Maverick veía con impotencia cómo su motor Honda no podía plantar cara a las rapidísimas KTM, que han evolucionado más y mejor durante la temporada, y explotó cuando su moto le dejó tirado en la vuelta de calentamiento del GP de Aragón, dos días después de renovar. «Yo lo doy todo en cada la vuelta, me juego la vida por intentar ganar, y mi Honda ni siquiera era la más rápida». El joven Viñales -tiene 17 años- es uno de los pilotos más deseados de la categoría pequeña, y tuvo ofertas de algunos de los equipos más importantes (Red Bull KTM oficial y Mapfre Aspar, entre otros), aunque optó por seguir con la escudería española propiedad de Raúl Romero y Ricard Jové, que también eran los managers del piloto.

«Queríamos romper el contrato para las dos próximas temporadas para ir a otro equipo, pero terminando la temporada con ellos. Se han negado, y si van a las malas, nosotros también», dijo Maverick, consciente de estar incurriendo en un incumplimiento de contrato que puede traer consecuencias: «Si no acceden a romper el contrato no podré correr, pero este no es equipo ganador y no quiero seguir. Si tengo que quedarme un año en casa lo haré».

Estupor en la escudería

Viñales había anunciado sus intenciones al equipo el jueves por la noche, tras una tensa reunión con sus técnicos para analizar la carrera de Japón, pero la escudería esperaba que se tratara solo de un calentón y lo tenía todo a punto para disputar los entrenamientos. A través de un comunicado oficial, Avintia Blusens lamentó la actitud del piloto de Roses, respondió a sus críticas -«alega falta de competividad cuando se han logrado cinco victorias, siete podios y la segunda posición provisional del campeonato»-, y se mostró dispuesto a seguir trabajando con él si da marcha atrás. «Desde el equipo se mantiene la postura de seguir apoyando al piloto y de ofrecerle, como se ha hecho siempre y en todo momento, los medios para continuar (.) Maverick tiene contrato hasta 2014, por lo que Avintia Blusens espera y desea que esta sea una situación pasajera y que Viñales cumpla con su contrato hasta final de año para, entonces, poder tomar decisiones con calma y sin precipitaciones».

Entre la tristeza general que reinaba en la escudería española, el más abatido era el director deportivo Ricard Jové, que era el agente del Viñales desde hacía cinco años, acompañándole desde el Campeonato de Cataluña hasta el Mundial: «No me debe nada. Él ha dado el gas y le he buscado los medios, pero mucha gente sabe cómo he peleado en estos cinco años. Con los equipos que yo le monté para los campeonatos de Catalunya, Mediterráneo, España y Europa los hemos ganado todos». Jové también quiso defender su doble función como director deportivo del equipo y a la vez agente del piloto, intereses que pueden ser difíciles de conciliar cuando las cosas se tuercen: «Maverick y, sobre todo su padre, han estado al corriente de las ofertas que han recibido de otros equipos. Esto es sagrado, y hace 24 horas teníamos un proyecto en marcha y firmado». El contrato sigue vigente, y Maverick Viñales no podrá volver a correr en el Campeonato del Mundo mientras no resuelva su vinculación con Avintia Racing.