Michael Phelps pasa del agua al césped

La Voz HEIKO OLDÖRP | DPA

DEPORTES

DAVID MOIR

El mejor nadador de la historia juega ahora al golf

05 oct 2012 . Actualizado a las 20:36 h.

Anque ha vuelto a ir a la piscina -«completamente solo, sin hacer nada en especial»-, el estadounidense Michael Phelps, uno de los grandes mitos olímpicos, disfruta plenamente fuera el agua que abandonó hace dos meses.

Levantarse todos los días a las seis de la mañana y meterse acto seguido en el agua fría no es algo que eche de menos el multicampeón olímpico. Tampoco el olor a cloro ni la tortura en el gimnasio.

«Llegó la hora de un nuevo comienzo», dice convencido.

Tras su adiós en Londres 2012, anunció que sus próximas metas serían viajar y jugar al golf. Actualmente, Phelps, un «jubilado» de 27 años, disputa el torneo de golf Dunhill en Escocia. La semana pasada participó en un evento de exhibion en Medinah previo a la Copa Ryder.

«He vivido muchos Juegos Olímpicos, pero nada es comparable con la atmósfera en la Ryder Cup», comentó impresionado. «Se te erizan los pelos».

Phelps juega al golf desde hace años. Su handicap es «seguramente más de 20». El canal «Golf Channel» ha puesto a su disposición a Hank Haney, ex entrenador de Tiger Woods, para perfeccionar su primer golpe. También Michael Jordan le ha ofrecido su ayuda.

La ex estrella del baloncesto es un apasionado del golf desde hace más de 20 años. En una reciente charla en televisión, Phelps conoció personalmente a su ídolo, a quien siempre había deseado saludar. «Me sentí como esos alocados admiradores que comienza a llorar en cuanto lo ven».

Lo fascinante en Jordan, opina Phelps, es que cambió el baloncesto. «Ese fue siempre mi objetivo para la natación. Quería lleva el deporte a otra dimensión».

«Y lo consiguió», dice Missy Franklin, cuádruple campeona olímpica. «Phelps llevó a la gente a reflexionar de nuevo sobre lo imposible».

En sus 12 años de carrera, el nadador de Baltimore ganó 22 medallas olímpicas, la última de ellas el 4 de agosto en el Aquatics Center de Londres, en los relevos 4x100 estilos.

«Puse fin a mi carrera como quería», dice Phelps, que recuerda que la presea dorada más valiosa «fue sin duda la primera de oro en Atenas 2004». Lo que más le irritó fue la derrota en la final de los 200 metros mariposa contra el sudafricano Chad le Clos en Londres.

«Me encantaría volver a disputar esa carrera», dijo.

Phelps sigue con calma las especulaciones sobre un posible retorno para los Juegos Olímpicos 2016 en Río de Janeiro. Dara Torres, la veterana nadadora estadounidense, animó a través de twitter a que la gente apostara cuánto tiempo pasará hasta que Phelps regrese. «Me gustaría apostar con ella», dijo el protagonista.

Rowdy Gaines, triple campeón olímpico en Los Angeles 84, le aconseja «descansar unos años y luego ver cómo se siente». «Sería aún lo suficientemente joven como para competir en 2016», dijo Gaines, que en 1995, con 35 años, intentó volver, aunque luego finalmente renunció.

Gaines agregó que dentro de cuatro años le gustaría contar con Phelps como comentarista de televisión. «Sería sin duda un buen experto. Pero yo preferiría verlo en la piscina».

Es igual lo que haga Phelps. Desde el punto de vista financiero tiene la vida asegurada. La revista económica «Forbes» estimó su capital ya antes de los Juegos de Londres en 40 millones de dólares.

Podría haberse incluso duplicado.

Tiene por lo tanto dinero suficiente para sus caros pasatiempos: viajar y el golf.