La etapa de O Ézaro batió todos los récords de público

Juan Ventura Lado Alvela
juan ventura lado CARBALLO / LA VOZ

DEPORTES

Purito Rodríguez, al llegar a la meta de O Ézaro
Purito Rodríguez, al llegar a la meta de O Ézaro MARCOS RODRIGUEZ

31 ago 2012 . Actualizado a las 13:19 h.

El medio centenar de personas largo que, pese a llegar a las cuatro de la tarde -casi dos horas antes del final-, se quedaron detrás de una valla sin ver a los ciclistas ilustra a la perfección la magnitud del movimiento de público que generó la etapa de la Vuelta a España que llegó ayer hasta el mirador de O Ézaro, en Dumbría.

Pese a la dificultad de establecer una cifra, tanto organizadores como asistentes coincidieron al señalar que nunca antes en la historia de la Costa da Morte un acontecimiento deportivo generó tal expectación.

Peñas, equipos ciclistas, grupos de jóvenes, familias y hasta alguna lugareña próxima a los 80 años soportaron el intenso sol y la pateada de casi dos kilómetros hasta la cima para ver a algunos de los mejores ciclistas del mundo.

Las cunetas de la carretera del mirador, concurridas ya desde el miércoles por la noche, fueron ayer un auténtico hervidero de público en el que se podían ver desde pancartas reivindicando causas sociales hasta churrascadas. Alrededor del podio y de la zona reservada para las autoridades se dieron cita importantes ciclistas que hoy se dedican a tareas de organización y a los comentarios deportivos como Perico Delgado, Óscar Pereiro y Abraham Olano.

Entre ellos estuvieron también el alcalde de Dumbría, José Manuel Pequeño, y el director de las plantas de Ferroatlántica en la comarca, Carlos Oliete, que fue el encargado de entregar una reproducción de la Pedra Cabalgada de O Logoso como premio al ganador de la etapa y líder de la general, Joaquim Purito Rodríguez.

En definitiva, O Ézaro fue una inmensa fiesta del deporte y la afición por la Vuelta a España.