Degenkolb alcanza en Sanxenxo el póquer de victorias en la Vuelta a España

Efe

DEPORTES

Mónica Irago

Purito Rodríguez mantiene el maillot rojo que lo distingue como líder de la prueba

29 ago 2012 . Actualizado a las 11:38 h.

El alemán John Degenkolb (Argos Shimano), ha ganado la décima etapa de la Vuelta disputada entre Ponteareas y Sanxenxo, de 190 kilómetros, en la que el español Joaquim Purito Rodríguez mantuvo el maillot rojo de líder.

Degenkolb logró su cuarta victoria al esprint por delante del francés Nacer Bouhanni y del italiano Daniele Bennati, con un tiempo de 4h.47.24, en una etapa plagada de gente en las carreteras, con una gran respuesta del público gallego en la primera de las jornadas de la prueba ciclista por el país.

El alemán volvió a mostrarse intratable al esprint. Tenía tres etapas, pero Degenkolb, advertía en la salida: «Quiero más». Y para qué esperar más si la etapa era para velocistas. De nuevo impuso su fuerza descomunal, con un ataque lejano que le permitió cruzar la línea marcando con los dedos el número cuatro. El pelotón entró dividido porque el ritmo fue infernal en los últimos kilómetros, únicos momentos nerviosos del día, pero los favoritos entraron juntos, a buen recaudo, listos para jugarse parte de sus opciones en la contrarreloj.

Purito, Froome, Contador y Valverde salieron y llegaron con el reloj en la cabeza, haciéndose sus cuentas. Llegarán al esfuerzo en solitario envueltos en un minuto. «La etapa ha venido bien para estirar las piernas. Mañana vamos a ir 40 kilómetros escapados, y a tope», decía el Contador, quien pinchó antes de la refriega final. La Vuelta entró en Galicia para rodar por carreteras rompepiernas y en paralelo a la costa, desde Ponteareas, pueblo de campeones, donde nacieron los hermanos Delio y Emilio Rodríguez y Álvaro Pino, ganadores de la ronda; hasta Sanxenxo, capital de las Rías Bajas. El remero David Cal, medallista en Londres, hablaba de su afición «a la bicicleta de montaña», y otro hombre de la tierra, Óscar Pereiro, ganador del Tour 2006, dejó el micrófono un rato para recibir el calor de sus paisanos.

Después, en la ruta, el pelotón hizo honor a la etiqueta de etapa de transición, que son aquellas que no alteran el pulso de la carrera y que solo glorifica al que gana. Pero los intentos de los modestos nunca faltan. Antes de afrontar la única dificultad del día, el Alto de San Cosme (3a, km 14), ya se habían largado dos fugitivos habituales: Aramendía (Caja Rural) y el Adrián Palomares (Andalucía), con el resultado de siempre. Fueron controlados por los equipos de los velocistas, sobre todo por el Orica de Degenkolb, y absorbidos en el primer paso por meta, a 32 de la llegada.

A partir de ahí pasó lo que tenía que pasar. En la Vuelta aún no ha cuajado ninguna fuga. Si no es por el interés de los favoritos en buscar la bonificación en las llegadas en alto, es por las ansias de los esprinters, que bastante sufren luego subiendo montes, pero los aventureros no se han estrenado aún. En paralelo a la playa de A Lanzada el Sky conectó la máquina y rompió el pelotón, sin pensar en que Froome tiene que demostrar en la contrarreloj que es el mejor. Un gasto de energía al servicio de su velocista Ben Swift, otra de las víctimas del insaciable Degenkolb

Y es que el ciclista germano, de 23 años, no se conforma con nada que no pueda conseguir aún. El ganador en Viana, Logroño y Alcañiz, ya piensa en el maillot verde, que lo tiene a tiro, y no le importaría seguir haciendo exhibiciones. Resulta espectacular su potencia en la recta de llegada. Se muestra contundente, como si diera patadas a los pedales.

Los favoritos se citan para la cronometrada de 39,4 kilómetros entre Cambados y Pontevedra, el primero de los asaltos claves de la segunda semana. Purito Rodríguez aventaja en 53 segundos al británico Chris Froome (Sky) y en 1 minuto a Alberto Contador (Saxo Bank), mientras que a 1.07 se encuentra Alejandro Valverde (Movistar).