vuelta a españa o ézaro
Faltan solo 21 días para que el pelotón de la tercera vuelta ciclista más importante del mundo, solo por detrás del Tour de Francia y prácticamente al nivel del Giro de Italia, llegue al mirador de O Ézaro (Dumbría), donde finalizará la 12.º etapa de la ronda española.
Los ciclistas partirán de Vilagarcía de Arousa en torno a las 12.40 horas y llegarán a la meta entre las 17.27 y las 17.55, según el horario más rápido y el más lento previsto por la organización. Justo antes de la meta, los competidores se toparán con una rampa de 1,9 kilómetros de longitud y un desnivel de un 13,9 %. No se trata ni mucho menos de un puerto decisivo para los escaladores del pelotón. De hecho, está clasificado como de tercera categoría dentro de los varemos utilizados por la UCI, pero a más de uno pueden darle una sorpresa.
Algunos ciclistas conocedores de la zona aseguran que la dureza de la ascensión, a la que los profesionales llegarán con 190 kilómetros en las piernas, es superior a la que aparece reflejada en los papeles, por lo que los participantes no deberían confiarse en exceso.
El que sin duda no lo ha hecho Alberto Contador, principal favorito para ganar la carrera, que después de perderse el Tour de Francia debido a una sanción por dopaje, centra en la Vuelta a España sus aspiraciones para esta temporada.
El ciclista de Pinto, antes de su regreso a la competición en el Eneko Tour de Bélgica, acudió a mediados del mes pasado hasta la subida de O Ézaro. Lo hizo acompañado únicamente por un integrante de su equipo, con lo que nadie pudo fotografiarlo y tampoco hay información oficial de la ruta que cubrieron. Los únicos que tuvieron ocasión de verlo fueron los operarios que estaban trabajando en las obras de mejora de la carretera, precisamente de cara a la prueba, que quedaron impresionados por la velocidad a la que ascendían los dos ciclistas.
El más rápido de los integrantes del club local completa la subida en aproximadamente 30 minutos, pero se calcula que Contador y sus rivales podrán hacerla en unos siete, con lo que los espectadores que decidan acudir a verlo deberán estar atentos o, de lo contrario, se perderán el espectáculo.