La victoria de Bradley Wiggins en el Tour de Francia desata la pasión por el ciclismo en Inglaterra

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DEPORTES

CHARLES PLATIAU

Los fans de Wiggins lucen sus características patillas y el triunfo del británico aumenta el entusiasmo olímpico por el ciclismo

23 jul 2012 . Actualizado a las 18:17 h.

Reino Unido nunca fue un país en el que el ciclismo en ruta desatara pasiones, pero gracias al triunfo de Bradley Wiggins en el Tour se está multiplicando el interés por la bicicleta, los fans lucen pelucas con las características patillas del corredor y el entusiasmo olímpico recibió un gran empuje gracias a «Wiggo».

Y Wiggins no está solo. Chistopher Froome, segundo clasificado, y el velocista y campeón del mundo Mark Cavendish hacen prever que a dos ruedas lleguen varias medallas olímpicas en los inminentes Juegos de Londres 2012, que comienzan el viernes.

Las ventas de bicicletas se han multiplicado, según señala hoy el diario The Daily Telegraph, y el primer ministro, David Cameron, consideró el éxito de Wiggins en París, el primero de un británico, como «uno de los grandes triunfos en la historia deportiva» del país, según dijo a la emisora BBC. «El país entero quiere decirle: 'bien hecho, genial'. El anticipo perfecto y un buen comienzo para los Juegos», agregó el jefe de gobierno.

El tenista Andy Murray comenzó con lo que se espera que sea un «superverano» para el país al convertirse en el primer británico desde 1938 en alcanzar la final del mítico torneo de Wimbledon.

Ahora, un británico se coronó como «rey de Francia», según The Independent.

Precisamente en la ciudad natal de Wiggins, Londres, donde los aficionados se juntaron a ver las etapas del Tour en televisión y lucieron maillots amarillos, comienzan el viernes los Juegos.

Enseguida se habló de que Wiggins fuera el elegido para ser el abanderado del país en la inauguración olímpica. Finalmente el escogido fue otro ciclista Chris Hoy, el hombre que más medallas olímpicas ganó en la historia olímpica con una bicicleta.

«Si soy sincero, debo decir que para mí en los Juegos se trata de el oro o nada», dijo Wiggins, especialista contrarreloj que ya fue triple campeón olímpico en pista.

Tras conseguir el amarillo, Wiggins podría lograr el oro. Y por encima de todo, el dinero: expertos británicos en marketing consideran que el próximo año podría ganar cerca de cinco millones de libras (7,7 millones de dólares) por publicidad. Se espera también que sea ordenado «caballero» por la reina de Inglaterra.

El propio Hoy, triple medallista de oro en Pekín 2008 y ex compañero en la pista de Wiggins, consideró ya hace días que el triunfo de Wiggins es «el mayor éxito de la historia de un deportista británico», mientras que Victoria Pendleton, la estrella femenina de la pista, consideró a «Wiggo» como una «leyenda viviente».

Reino Unido es dede hace mucho un país entusiasmado con el ciclismo en pista. Hoy y Pendleton garantizan grandes audiencias en televisión y por ello disfrutan de suculentos contratos publicitarios. En el ciclismo en ruta, sin embargo, el país apenas tenía protagonismo.

«Bradley Wiggins es nuestro Greg LeMond», escribe hoy el diario The Times en referencia al triunfo del estadounidense en el Tour de 1986 que hizo prender la llama en el país como también lo hizo Jan Ullrich al ser en 1997 el primer alemán en ganar en París.

También Wiggins podría lograrlo. El alcalde de Londres, Boris Johnson, lleva tiempo intentando promocionar el uso de la bicicleta en una ciudad congestionada por el tráfico, y por ello vaticina que el dominio británico en el Tour «animará a miles de personas a subirse en una bicicleta».

También ayuda a la imagen de Wiggins, de 32 años, su personalidad relajada y carismática. Su padre, igualmente ciclista, lo abandonó cuando era niño y durante su carrera tuvo que pelear por sus problemas con el alcohol. Colecciona scooters y guitarras y es fan de The Who y de Paul Weller, el «padrino del pop británico», según asegura.

Su estilo de los años 60 también marca tendencia. Diseñó para la firma Fred Perry maillots de ciclismo retro. El diario The Mail on Sunday aseguró que sus «patillas son las más famosas desde las de Elvis Presley».