La fortaleza del titán de Vilalba

Marcos Pichel LUGO / LA VOZ

DEPORTES

José Cuba, ejercitándose durante un entrenamiento en el Auditorio de Vilalba.
José Cuba, ejercitándose durante un entrenamiento en el Auditorio de Vilalba. Rubén Lago< / span>

Pese a competir todo el año con un menisco roto afirma que no le condicionó

23 jul 2012 . Actualizado a las 06:58 h.

La gran capacidad física de José Cuba salta a la vista. Alto, fuerte y rápido, condiciones a la medida de su deporte, la lucha libre olímpica. Una fortaleza que le ha permitido sobrellevar durante toda la temporada una lesión que a otro lo hubiera apartado de la competición; una rotura de menisco. Él, sin embargo, compitió al más alto nivel, y asegura que ese problema físico no le influyó en sus resultados: «En ningún momento me condicionó».

La lesión se la produjo al inicio de la temporada. «En septiembre me empezó a dar la lata», rememora. Al principio, se pensó que era algo muscular, pero ya cerca de Navidades fue sometido a una resonancia magnética, que dio con el diagnóstico: rotura de menisco en su rodilla izquierda.

En el último tramo de un ciclo olímpico, en busca de la clasificación para los Juegos de Londres, «no había opción de parar», asegura. «Si podía aguantar, era mejor», recalca.

Explica Cuba que no le influía en los entrenamientos: «Sabíamos qué podíamos hacer y qué no». Es más, uno de los espárrines con los que contó esta temporada también convivía con un problema similar. «En competición, era como si no tuviera nada», destaca el titán vilalbés, que tuvo que utilizar una rodillera de neopreno, para evitar que se le descolocara la rodilla. «Y en los entrenamientos, forzando al máximo, tampoco me molestaba», afirma

Preolímpicos

Y así, llegó a los tres torneos en los que buscó la clasificación para Londres, entre abril y mayo. «La rodilla no es una excusa», insiste, a la par que se muestra muy crítico con su actuación. El primero se disputó en Bulgaria. «Estuve muy mal. No me respondió la cabeza», resume.

El segundo, en China. «Estuve mejor, pero podía haber hecho algo más», explica. Y el tercero, en Finlandia: «Estaba todo para jugarme la clasificación en la semifinal. No conocía al sudafricano, y aunque iba perdiendo en el combate, me notaba superior, pero un exceso de confianza...». Y se le esfumó el anhelado sueño olímpico, para el que ha trabajado los últimos cuatro años.

Hace un mes, pasó por el quirófano, y hoy se encuentra en la fase final de la recuperación.

Exceso de presión

Cuba hace un demoledor balance de este ciclo olímpico: «Me presioné demasiado a mí mismo. No conseguí disfrutar del deporte, y no di ni el 70 por ciento de lo que era capaz. Pero esto no es culpa de nadie, nada más que mía».

José Cuba luchador