Raña desafía sus límites

Paulo Alonso Lois
paulo alonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Probará en el Ironman de Nueva York con solo ocho semanas de preparación

17 jul 2012 . Actualizado a las 20:37 h.

Iván Raña ya tiene un reto nuevo, que desafía sus propios límites como deportista de primer nivel mundial. A los 33 años, aparca el triatlón olímpico y se pasa a la larga distancia, al mediático Ironman. Probará sus prestaciones en la interminable prueba de 3,8 kilómetros a nado, 180 en bici y 42 de carrera a pie en Nueva York el próximo 11 de agosto. Al mismo tiempo supone un objetivo y una prueba. «Necesitaba una motivación diferente», explica. Lleva apenas cuatro semanas de trabajo específico orientado a su nuevo fin, por lo que competirá con apenas ocho de entrenamiento orientado al Ironman.

La idea, desde noviembre

En noviembre, Raña ya había avanzado a La Voz sus planes de aparcar la distancia olímpica (1.500 metros a nado, 40 kilómetros en bici y otros diez a pie) y probar en la larga. Excampeón del mundo, título que logró en Cancún en el 2002, y dos veces diploma en los Juegos de Sídney 2000 y Pekín 2008, siempre ha buscado nuevos objetivos. En el 2009 se embarcó en una fugaz aventura como integrante del Xacobeo Galicia de ciclismo.

Ahora, parte de la gasolina de su nuevo reto la encontró en la rabia por quedarse fuera de los Juegos Olímpicos, por no poder pelear en condiciones por una plaza por culpa de una fractura de estrés en un dedo del pie. «Ya estoy bien, y deseo afrontar algo nuevo. Quiero intentarlo en plan serio, no por pasar el rato», explica sobre sus planes a medio plazo. ¿Por qué entonces un debut tan precipitado? Raña quiere una primera referencia en competición. «El Ironman es muy especial y la primera experiencia siempre es muy agresiva, lleves poco tiempo entrenando o hayas estado un año. La carrera es la forma de ver como estás. Por eso no quería esperar mucho», explica el ordense, que todavíaespera para completar el material específico. Aún no recibió la cabra, la bicicleta de contrarreloj que se emplea en el Ironman, pues no se puede ir a rueda.

«Soy de los triatletas que más trabajo la parte de ciclismo, como Javi [Gómez Noya] o los hermanos Brownlee. Y es, quizás, el sector más duro del Ironman, el que marca todo», matiza.

STRONG>Un test como referencia

Raña ya afrontó hace dos semanas un entrenamiento largo como referencia de lo que le espera en Nueva York. «Fueron cinco kilómetros a nado, 200 en bici y 10 o 15 corriendo, todo seguido. Voy mentalizado por si me da un pajarón a los 10 o 15 kilómetros de haber empezado la parte a pie. El volumen del Ironman te impacta. La gente piensa que el problema está en el fondo, pero para mí radica en los ritmos, que en una carrera de este nivel son muy altos pese a las largas distancias a las que te enfrentas», indica.

Ritmos y sectores

Raña repasa sus expectativas: «Los 3,8 kilómetros a nado en un mismo sentido creo se pueden hacer entre 40 o 50 minutos, en función de la corriente. Ahí podría estar entre los cinco primeros. En la bici, a ver si a partir del kilómetro 120 puedo rodar en llano como los habituales del IronMan. En un circuito llano como este, alcanzan medias de 42 o 43 kilómetros por hora. Podría hacer los 180 en cuatro horas y media, o algo más. Por último, el maratón final a pie lo podría hacer en tres horas. ¡Pero este es casi otro deporte! Los expertos, pese al cansancio acumulado, suelen conseguir ritmos de 3:50 o 4 minutos el kilómetro, que es el de mis sesiones de recuperación o de rodaje», explica.

La prueba de Nueva York es una de las más competitivas de larga distancia. «Primero quiero acabar, y coger referencias. No sé como voy a encajar la alimentación en carrera, algo que pagan muchos. En bici, vas acoplado todo el rato, no es como una etapa ciclista en la que comes tranquilamente mientras bajas».

Raña sabe que tiene edad para volver al triatlón federativo. Con cuatro años más que él, el canadiense Simon Whitfield estará en Londres, por ejemplo. Busca un revulsivo: «No me olvido de la distancia olímpica, pero quería cambiar».