Los Pirineos, último obstáculo para Wiggins con el apoyo de Froome

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DEPORTES

YORICK JANSENS

El «keniano blanco» acompañará a su jefe de filas en las ocho duras escaladas que quedan por delante

22 jul 2012 . Actualizado a las 00:55 h.

El hombre más peligroso para Bradley Wiggins, líder del Tour de Francia, está en sus mismas filas. Pero su compañero de equipo Christophe Froome le ha jurado ya fidelidad antes de las dos espectaculares etapas de los Pirineos, que con un total de ocho duras escaladas medirán la resistencia del maillot amarillo británico.

«Admito que es difícil, pero éste es mi trabajo», dijo Froome, la revelación del año, nacido en Nairobi y que sólo desde hace cuatro años posee la nacionalidad británica. El miércoles y el jueves no habrá pues revolución en palacio y Wiggins no recibirá los ataques de su compatriota y leal compañero.

Froome surgió el año pasado casi de la nada en el equipo Sky de Dave Brailsford. En la Vuelta a España, Froome, de 27 años, batió a su capitán Wiggins porque éste flaqueó en la montaña.

Un escenario similar pareció insinuarse en el actual Tour. En el primer fin de etapa en alto, en la Planche des Belles Filles, Froome condujo a Wiggins hacia la cumbre a gran velocidad y luego ganó la etapa con facilidad. En la etapa alpina más dura, con final en La Toussuire, Froome hubiera podido dejar atrás a su capitán, pero el jefe de equipo, Sean Yates, le ordenó seguir de ayudante.

«Si el próximo año el recorrido me favoreciera, confío en obtener del equipo Sky el mismo respaldo que el que brindamos ahora a Bradley», dijo Froome la semana pasada al diario L'Equipe.

El «keniano blanco», como se llama al menudo ciclista, también hace buen papel en las contrarreloj. En Besançon perdió solo 35 segundos respecto al especialista Wiggins.

El primer triunfo de un británico en los 109 años del Tour de Francia es el gran objetivo del equipo Sky, fundado hace tres años con un gran dispendio económico. «La victoria en el Tour tendría un significado histórico para Sky y para el Reino Unido. Lo damos todo para ello», dijo Froome.

El corredor de sólo 72 kilos se encuentra en situación parecida a la de Jan Ullrich en 1996, cuando terminó segundo detrás de su capitán, el danés Bjarne Riis. Ya entonces muchos consideraban al joven alemán capaz de haber conseguido la victoria final.

Contando ya con la lealtad de su equipo, en las dos etapas decisivas en la cumbres pirenaicas Wiggins precisa prestar atención sólo al italiano Vincenzo Nibali, gran escalador y excelente en los descensos, al que aventaja en 2:23 minutos.

Wiggins tendrá aún un as en la manga: la contrarreloj del sábado en Chartres, prueba en la que es especialista.