Duelos cargados de emotividad

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

06 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Llegan dos semifinales que prometen una enorme emoción y espectacularidad. Porque tienen un grado de emotividad superior al habitual, debido a las circunstancias de Federer, un hombre adorado en Wimbledon que tiene ante sí la posibilidad de batir récords, y a las posibilidades de Andy Murray, que ve tan cerca la opción de jugar la final después de tanto tiempo y de 76 años sin títulos británicos.

Tenemos dos partidos de difícil pronóstico. Todos consideran una final anticipada el Djokovic-Federer, con reservas de lo que pase con Murray. Federer domina en el cómputo general de los precedentes, pero Djokovic manda en el de los últimos enfrentamientos y encima en hierba no se han medido nunca. Roger parte con muchos incentivos, lograr el séptimo Wimbledon y recupear el número uno, que le daría el récord histórico de permanencia al frente del ránking mundial. Son objetivos trascendentales en su carrera. Djokovic parte con mucho que defender, el título y el número uno. Anímicamente veo una mentalidad mas favorable en el suizo.

En cuanto al juego, Federer necesita su mejor nivel físico para ganar. Precisa un muy buen porcentaje de primeros servicios y llevar la iniciativa siempre que pueda. De lo contrario, Djokovic le someterá a un esfuerzo físico muy intenso. Además, en vista de los precedentes, el serbio tratará de martillear su revés, donde más daño le ha hecho en los últimos enfrentamientos. Queda la incógnita de como responde el físico de Federer tras el susto en la espalda que tuvo con Malisse.

El Murray-Tsonga parece a favor del británico por sus antecedentes directos, con un bagaje claramente favorable de 5-1, con el último en hierba en Queen?s el pasado año. Entonces venció el escocés en tres sets. Además, añadiría su mayor madurez y determinación para manejar situaciones difíciles y responder a las exigencias que le demanda toda la afición británica.

En cambio, destacaría de Tsonga sus grandes condiciones y la ausencia de presión con la que llega a semifinales, con mucho que ganar y poco que perder. Un jugador con talento, un rival desinhibido muy peligroso.

Así que el pronóstico, con reservas, se inclina hacia el británico.

Asistiremos a dos partidos emotivos porque el público londinense claramente ve a Roger como su hijo adoptivo y a Murray como su hijo natural. La espectacularidad está garantizada por las características de los cuatro jugadores.