Jugadores del Rayo pidieron a los del Granada que se dejasen ganar

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

15 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«A los bocazas que hablan mucho. Bocazas, ¡hablad!». Palabras a GolT de Manolo Jiménez, entrenador del Zaragoza, que comenzó la última jornada de Liga en Segunda División y terminó ganando 0-2 a un Getafe que no se jugaba nada, pero que sufrió tres expulsiones, un gol de penalti y otro desde treinta metros.

Sin embargo, a pesar del exabrupto del andaluz, se cumplieron los peores presagios de los que no se fiaban de la limpieza de la máxima competición del fútbol español, como por ejemplo el presidente del Granada, Quique Pina. Curiosamente, después de una semana en la que Pina acusaba veladamente a su homólogo del Zaragoza de amañar partidos, los jugadores del cuadro andaluz protagonizaron junto con los de su rival en la jornada final, el Rayo Vallecano, uno de los episodios más sospechosos de los últimos años.

A falta de un minuto para el final del partido, tras el gol de Falcao en El Madrigal y con la victoria del Zaragoza más el empate en Vallecas, el Rayo era equipo de Segunda. Un gol a favor, sin embargo, lo salvaría sin descender al Granada. Fue entonces cuando varios jugadores del Rayo pidieron a los del Granada que se dejasen meter un gol. Tamudo marcó ese tanto (en fuera de juego), el Rayo se salvó y condenó al Villarreal.

Según se observa en las imágenes del partido que ofreció Cuatro, después del gol de Falcao en El Madrigal, un miembro del banquillo del Rayo llamó a Movilla (que esperaba tras ser sustituido por Trashorras) para que avisase al portero rival y le pidiese al Granada que se dejase marcar un gol. Un intermediario habló con Diego Costa y acto seguido, el brasileño se lo propuso a Lucena, mientras que Tamudo y Michu insistían con Íñigo López. Los dos últimos lo admitían minutos más tarde a los medios de comunicación. «Sabiendo que el Villarreal está perdiendo y el Granada también perdiendo se mantenía, entonces bueno oye intentamos transmitírselo a los jugadores del Granada», decía Michu. «Ellos decían que iban 0-2, que nos dejásemos marcar, pero no decíamos que no sabíamos nada», añadía Íñigo López. «Es cierto que ellos decían que no lo sabían, que si lo jurábamos», resaltaba Michu.

El partido entró en el tiempo añadido con empate a cero, incluso Cobeño se sumó al remate. La jugada no tuvo trascendencia en primera instancia, pero continuó con un disparo que, tras varios rebotes, da con el balón flotando en el área pequeña y que después cazó Tamudo en fuera de juego para marcar el 1-0. Varios jugadores del Granada se abrazaban justo en el momento de sacar de centro.

El banquillo del Rayo da la voz de alarma

Un colaborador de Sandoval habla con Movilla para que avise a Julio César, portero del Granada, de que la derrota no condenaría al cuadro andaluz por los marcadores de Getafe y Villarreal.

El recado llega a Diego Costa

El brasileño escucha las explicaciones cerca de la portería donde el Rayo Vallecano atacaba. Acto seguido, corrió hacia Lucena.

Michu y Tamudo se unen en la perseverancia

Íñigo López y Lucena son el objeto principal de la insistencia de los futbolistas del Rayo. Todos gesticulan tanto que el árbitro Undiano Mallenco acude a poner calma, confundido.

Gol ilegal de Tamudo y el Granada lo celebra

Después de que Tamudo anotase en el tiempo añadido y en fuera de juego, varios futbolistas del Granada se abrazan mientras otros compañeros sacan de centro. imágenes