La fiesta del Real Madrid, flamante campeón de Liga tras vencer en Bilbao al Athletic (0-3), tuvo, otra vez, a Cristiano Ronaldo y a Mourinho como primeros protagonistas. Los portugueses volvieron a dejar gestos para la polémica pocos minutos después de certificar su título número 32 en el torneo doméstico.
Cristiano se encaró con parte de la grada de San Mamés segundos antes del pitido final, y poco después comenzó a hacer gestos señalándose el logotipo de la LFP en su camiseta, provocando los gritos de la grada bilbaína, a la que Ronaldo también les enseñó tres dedos en referencia a los goles de su equipo. Luego, dedicó un corte de mangas a Javi Martínez, el jugador del Athletic que no pudo terminar el partido al ser expulsado.
Mientras, José Mourinho festejó por todo lo alto el título de Liga. Fue manteado por sus jugadores, a quien abrazó con manifiesta alegría. Pero volvió a dejar claras sus prioridades cuando en medio del tumulto señaló con sus dedos el número 7, la cifra de Ligas que ha ganado en su carrera. No es la primera vez que Mourinho antepone sus éxitos personales a los del Real Madrid. Lo hizo tras perder con el Barcelona en el Camp Nou por 5-0, también al caer eliminado contra el Bayern en las semifinales de Champions, recordando sus 4 semifinales en 6 ediciones del torneo. Más tarde, no dio la rueda de prensa y dejó su puesto una vez más a Karanka.