A falta de ambulancia, diligencia en Viveiro

Emilio forján NEGREIRA / LA VOZ

FUTBOL GALLEGO

El coordinador de equipos de fútbol base, Fernando Rojo, trasladó en su coche a un jugador lesionado hasta la capital de Galicia

01 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El coordinador de los equipos de fútbol base de Viveiro, Francisco Rojo, se convirtió el pasado sábado en protagonista de una buena acción que bien le valdría un premio al buen samaritano. En la capital de A Mariña se disputaba el partido de infantiles por la permanencia en la Liga Gallega entre los locales y el Negreira, rivales directos por eludir las dos últimas plazas de descenso. Cerca del descanso, y en una acción fortuita, se producía la grave lesión del joven visitante Álvaro Alvite, apodado la Roca. Se fracturó la tibia de su pierna izquierda, por lo que fue trasladado primero al centro de salud en el coche del directivo, y luego, en una ambulancia hasta el Hospital da Costa, en Burela.

Allí, fue atendido en urgencias, donde le dejaron la pierna enyesada. Entonces surgió el problema para su traslado a Santiago, dado que según la mutua de la Federación Gallega de Fútbol, debía acudir al policlínico La Rosaleda. Por teléfono, les dijeron que la ambulancia podría demorarse hasta unas cuatro horas, ya que tenía que desplazarse desde la capital de Galicia hasta Burela.

Rojo, como se le conoce en A Mariña, le dijo al padre que acompañaba al jugador que los llevaría en su propio coche hasta Santiago, a sabiendas, dice, «que era un sábado, e a saber cando lle mandaban a ambulancia».

«Xa que debido á miña profesión fago bastantes quilómetros en coche -explica-, a min non me importou facer 150 quilómetros ata Santiago para trasladar ao rapaz», comenta Rojo. Sin haber comido, emprendió después viaje hacia As Pontes, donde jugaban los juveniles. también para eludir el descenso. Ganaron, 0-1. «O peor foi que había un enorme atasco na autopista en Santiago por culpa dunha forte granizada e só puiden chegar á segunda metade do partido», comenta.

Tanto el padre del jugador como su entrenador, Juan Souto, y los directivos del Negreira, no saben cómo agradecer la actitud de Rojo. La familia de Álvaro espera visitarlo pronto en Viveiro para comer con él. Quisieron pagarle el combustible, pero lo rechazó: «Levo trinta e dous anos no fútbol, e creo que calquera faría o mesmo». sentenció.