Un torrente anímico, pero aún es pronto para el cambio de ciclo

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Tres técnicos explican la trascendencia de la victoria del Madrid en el Camp Nou

23 abr 2012 . Actualizado a las 20:58 h.

El Real Madrid mató la Liga este fin de semana de la manera que a priori parecía más improbable: derrotando al Barcelona en el Camp Nou. Un triunfo de esta categoría no solo tiene consecuencias en la clasificación, sino que puede encerrar claves acerca del futuro próximo de los dos grandes del fútbol español. En este sentido, tres entrenadores, Javier Irureta, Juanma Lillo y Luis César, coinciden en que la victoria es un torrente de moral para el conjunto de Mourinho, pero consideran que todavía es pronto para hablar de cambio de ciclo.

Javier Irureta

Logros que ayudan a crecer

«El Madrid fue un equipo muy compacto en el Camp Nou. Sólido, se supo replegar y armar los contragolpes. Incidió en el estilo que lo ha caracterizado desde la llegada de Mourinho al banquillo», comenta el ex entrenador del Deportivo de La Coruña, quien agrega: «Pero quizás consiguió que el Barcelona cometiese más errores en la entrega que en otras ocasiones. El equipo de Guardiola promedia 40 pases mal ejecutados por partidos, mientras que en el último clásico la cifra prácticamente se duplicó y esta puede ser la clave que le dio los tres puntos a los blancos».

«Está claro -recalca- que una victoria así, que además sentencia la Liga, ayuda a crecer al grupo en los futbolístico. Refuerza -continúa- la autoestima de los jugadores y eso puede ser positivo para el enfrentamiento del miércoles contra el Bayern en el Bernabéu». De todos modos, considera que es precipitado hablar de que el 1-2 del sábado suponga ya un cambio de ciclo: «Por un partido es muy complicado marcar referencias hacia el futuro. Lo que sí vengo diciendo desde hace tiempo es que al Barça le falta un complemento para Messi en la delantera». Irureta considera que la lesión de Villa ha mermado de forma considerable la plantilla del actual campeón de Europa. «Hay otros futbolistas que lo hacen bien, pero tienen menos gol que Villa», dice el entrenador.

Juanma Lillo

Un debate todavía prematuro

En relación al posible cambio de signo en la cima del fútbol mundial y que el Madrid le empiece a ganar la partida al Barcelona por esa hegemonía de la que han gozado los de Guardiola en los últimos años, Lillo cree que «el debate todavía es prematuro». «Por el momento, el balance es muy favorable a los intereses del Barcelona. Solo lo han derrotado en una ocasión a 90 minutos», señala. No obstante, el entrenador destaca que a los blancos, el triunfo les servirá como refuerzo anímico.

Asimismo, con respecto al transcurso del clásico, indica: «El Barcelona era capaz de generar el dominio posicional y superioridades en zonas del campo que le beneficiaba para armar sus ataques, pero no logró concluir muchas jugadas en el área contraria y en esto es muy complicado saber si fue mérito del Real Madrid o la falta de acierto de los azulgrana». También observó al conjunto de Guardiola más impreciso que en otras ocasiones, sobre todo, cuando se aproximaba a las zonas de peligro.

Luis César

Puntos de calidad

«Para el Real Madrid no es lo mismo ganar la Liga y además vencer en el Camp Nou que haber conseguido el campeonato, pero habiendo perdido en el estadio del Barça», comenta el entrenador gallego del Alcoyano, quien resalta: «Con este triunfo infligió un daño psicológico muy importante a su eterno rival, de eso no cabe duda». Sin embargo, el técnico piensa que es imposible adivinar si esto supone el inicio de un cambio de ciclo. «Desde pequeño el fútbol español, salvo excepciones puntuales, es del Madrid o del Barcelona. Tenemos una Liga bipolar, pero... ¿Quién sabe si el Barcelona no se va a recuperar de este tropiezo?», comenta.

Para esto, Guardiola necesitaría recuperar la eficacia de su estrella: Leo Messi. «Cuando -apunta Luis César- el argentino no ha estado brillante, solo han logrado el triunfo en una ocasión. Dependen de él mucho más que Mourinho de cualquiera de sus estrellas». Sin la inspiración del mejor jugador del mundo, los catalanes «se transforman en un equipo atascado, especialista en el manejo del balón, pero incapaz de finalizar».