El Obradoiro está a un paso de hacer historia, de conseguir el objetivo con el que inició su singladura en la Liga Endesa, el de certificar por vez primera la permanencia en la categoría.
Frente al Gran Canaria tenía un partido que podía abrirle las puertas del cielo o acercarlo al calor del averno. Y no dejó escapar la ocasión de dar un paso más hacia la gloria, en un duelo que empezó con muy mala pinta y que acabó con el júbilo desatado.
El caso es que los primeros seis minutos no hacían presagiar nada bueno para las huestes de Moncho López. Su colega, Pedro Martínez, salió con una zona clásica dos tres y provocó un cortocircuito colosal en el ataque obradoirista. Los lanzadores no estaban atinados, los pívots no recibían cerca del aro y el ataque era un erial.
Al equipo visitante, con un par de triples de Bramos y un contragolpe le bastó para abrir brecha, 0-9. El Alquimista de Pontepedriña sentó a Washington y a Ebi Ere para dar entrada a Corbacho y Tuky Bulfoni. Y el técnico insular se olvidó de la zona.
Remontada santiaguesa
A partir de ahí empezó una lenta remontada del Obradoiro, que fue mejorando paulatinamente su nivel defensivo y, con algo más de lentitud, su ataque. Primero entraron en escena ofensiva los pívots, y con eso le llegó para cerrar el primer cuarto con un esperanzador 9-13.
En el segundo acto siguieron las defensas pegajosas en los dos lados. Pero el Gran Canaria se quedó sin la aportación exterior mientras que en las filas locales resultaron detrminantes un par de apariciones de Palacio (cuatro puntos consecutivos) y Ebi Ere (cinco, incluido un triple que tocó el aro y cayó dentro). Se llegó al descanso con un 29-24 en el electrónico.
Tras el paso por los vestuarios el duelo siguió igual de pastoso, con las defensas imponiéndose a los ataques. Hasta que a falta de un par de minutos para cerrar el tercer cuarto la inspiración tocó a Kendall, Corbacho y Tuky. Cavar tres triples consecutivos que sirvieron para cerrar el acto con un parcial demoledor 11-2, 51-37 en el total. Esos tres fogonazos terminaron por romper un duelo de trincheras.
Pero la victoria tuvo más claves, empezando por una defensa excepcional. Entre Andrés y Palacio le ganaron la partida a los bases visitantes. Hubo algo más de equilibrio en el perímetro. Y por dentro se impusieron las torres locales, con mención especial para Levon Kendall, extraordinario en los dos lados, y para Oriol Junyent, que demostró una vez más que el baloncesto es un deporte de manos pero se juega con la cabeza.
Todo decidido
En el último cuarto no hubo reacción amarilla. El conjunto local impuso su baloncesto cuántico con la tenacidad de quienes no dudan. El Gran Canaria tardó cinco minutos en ver aro y así estaba claro que la victoria no podía escaparse.
Lo que empezó siendo un carrusel de desatinos terminó por convertirse en un juego coral. Restan cuatro jornadas y la permanencia está un poco más cerca. Falta ponerle la puntilla, uno o dos esfuerzos más.
Parciales en cada cuarto: 9-13 / 20-11 / 22-13 / 14-8.
Árbitros: Juan Carlos Mitjana, Lluis Guirao y Pedro Munar. El mejor arbitraje de la temporada en Sar.
Incidencias: Multiusos de Sar. Algo más de cinco millares de espectadores en las gradas. Gran ambiente.
PTS 2P 3P TL RT AS MJ V
Andrés 5 1-2 1-3 - 1 7 23 10
Bulfoni 3 0-2 1-2 - 1 - 21 -1
Ebi Ere 5 1-2 1-5 - 1 - 12 1
Palacio 7 2-3 0-1 3-4 - - 18 3
Washington - - 0-1 - - 1 11 -4
Kendall 16 5-10 1-2 3-4 10 - 34 18
Oriol 4 1-2 - 2-2 7 3 20 12
Lasme 13 6-8 - 1-2 2 1 26 18
Corbacho 12 2-2 2-9 2-2 5 1 35 20
Equipo 65 18-31 6-23 11-14 36 13 86
PTS 2P 3P TL RT AS MJ V
Haynes 7 2-5 1-5 - 8 1 33 6
Dowdell 2 1-5 0-1 - 1 1 10 -3
Savané 4 2-4 - - - - 13 1
Bramos 13 1-2 3-7 2-2 4 1 30 12
Palacios 2 1-4 0-1 - 6 - 14 1
Bellas 2 1-4 0-2 - 2 3 2 3
Nelson 2 1-4 0-2 - 4 2 26 -1
Beirán 2 1-3 0-2 - 1 - 17 -2
Xavi Rey 11 5-9 - 1-5 7 - 28 9
Equipo 45 15-40 4-20 3-7 34 8 36