El derbi de la primera vuelta tuvo daños colaterales para el Celta, pero el cambio de los centrales, el crecimiento de Oubiña, la irrupción de Orellana y la consolidación de Iago Aspas como referencia atacante han impulsado el despegue de un Celta que a su fiabilidad a domicilio ha añadido unos extraordinarios números como local, en donde ya encadena ocho victorias consecutivas.
DEFENSA
Cambio de centrales y recuperación de los laterales
Después de Riazor solo hubo dos oportunidades más para Vila y Catalá en el centro de la zaga. Tras perder después con Hércules y Barcelona B, Herrera decidió dar la alternativa a Oier y Túñez y con ellos el equipo ha ganado el instinto defensivo, rapidez y poderío aéreo. Al tándem de centrales se unió la recuperación de Hugo Mallo, que pagó en el inicio de Liga el desgaste del Mundial sub-20 y la confirmación de Roberto Lago como uno de los mejores laterales zurdos de Segunda. Con este cuarteto, el Celta solo ha encajado desde el derbi de la primera vuelta 10 goles, la mejor estadística de la categoría.
doble pivote
El regreso de la mejor versión de Oubiña
Borja ya jugó el derbi del mes de noviembre, pero entonces estaba de camino. Cinco meses después ha regresado a su plenitud como futbolista, aunque una pequeña lesión reciente ha detenido la progresión. Con él, Herrera hasta se ha atrevido a jugar con un único pivote. El capitán le da sosiego al equipo, salida de balón y le cubre las espadas a un Álex López convertido en el mejor asistente del trío de mediapuntas.
ATAQUE
El desborde de Orellana y el gol de Aspas
Fabián Orellana había sido el actor principal en clave céltica de la primera vuelta, pero saliendo desde el banquillo. En Riazor Herrera experimentó por última vez con David Rodríguez cayéndose en la banda izquierda. Dos semanas después, el chileno se convirtió en indiscutible. Primero aportando calidad y desborde desde el juego individual y más tarde asociándose con el resto de la vanguardia celeste. Fabián, además de firmar ocho goles, se ha convertido en pieza determinante del juego, ya sea con sus penetraciones por banda o cuando aparece en posición de remate. Junto a él, ha emergido un Iago Aspas que en su vida había marcado tantos goles. Lleva 13 y es el tercer máximo goleador de la categoría. Todo sin perder la capacidad de sorpresa y la calidad que le ha acompañado durante toda su vida.
ESQUEMA TÁCTICO
De las dudas a la reafirmación
Aunque al partido de la primera vuelta llegase el Celta por delante en la tabla, aquel era todavía un equipo en construcción, con un patrón táctico definido pero con lagunas (demasiada fragilidad defensiva y querencia por el contragolpe en ataque). Ahora el 1-4-2-3-1 representa una partitura que se recita de memoria. Por la intensidad defensiva, por la presión para robar arriba y por la querencia a llegar a la portería rival a través del balón, aunque sin despreciar el contragolpe.
DOSIFICACIÓN
Mayor reparto de minutos y fondo de armario
Si alguna lección ha aprendido el Celta el curso pasado es la necesidad de rotar para mantener fresco al equipo. Solo cuatro jugadores superan los 2.000 minutos. Para dosificar, Herrera se ampara en media docena de recambios de garantía. El primero Joan Tomás, el que más ha entrado desde el banquillo de toda la categoría (en 23 ocasiones).
balaídos
Ocho victorias consecutivas
Seis días después de perder en Riazor, el Hércules se llevó con una carambola la victoria de Vigo. Desde entonces nadie más ha puntuado en el feudo céltico, 24 puntos de 24 posibles. La mejor manera de solucionar un problema que lastraba al equipo en los últimos años. Del miedo los vigueses han pasado a la confianza absoluta en casa.
PORTERÍA
La naturalidad del relevo
Yoel estaba cuajando una excepcional temporada hasta que llegó la lesión. Sergio continuó del mismo modo cuando recibió la alternativa y ahora el entrenador ha decidido premiarlo con la continuidad. Parejos en todo, los dos canteranos han dado muestras sobradas de solvencia.