A falta de poco más de cien días para el arranque de los Juegos Olímpicos de Londres, España cuenta tan solo con tres plazas seguras en el piragüismo en pista. La del tetramedallista olímpico David Cal, en el C-1 1.000, la del balear Sete Benavides, en el C-1 200, y la del K-1 200 femenino, conquistada por Teresa Portela al ganar la final B del pasado Mundial y que, sin embargo, todavía no tiene segura su presencia en la cita inglesa. Lograrla pasa para la canguesa por imponerse en la Copa de España de 200 metros del 12 y 13 de mayo en Verducido, o bien superar a la vencedora de dicha prueba en un control selectivo el 2 y 3 de junio.
Descontadas las tres modalidades apuntadas y los K-4 masculino y femenino, ya sin opciones de acudir a las islas británicas, España busca quién la represente en Poznan en alguna de las siete especialidades olímpicas restantes a fin de incrementar su participación en los Juegos. En ese camino se encuentran el cangués Perucho y el catalán Craviotto en el K-1 y, sobre todo, el K-2 200.
Dentro de la serie de selectivos programada por la Federación Española de Piragüismo, el viernes se decide el nombre del C-2 1.000 hispano en Poznan, y puede que también el del K-2 1.000. En el primer caso que haya al menos un gallego en el Preolímpico en pos de la plaza para Londres es casi un hecho, vista la inscripción. Tono Campos y José Manuel Sánchez (Ría de Betanzos), André Oliveira y Yeray Picallo (Firrete), el tudense José Luis Bouza y el astur David Fernández, y los palistas del Breogán Ángel Cristian Rivademar y Diego Romero se medirán a una única tirada con los jóvenes Carlos Vega (Zamora) y Miguel López (Alberche de Madrid).
Respecto al resto, Galicia lo tiene francamente difícil para hacerse con las opciones españolas en el K-1 y K-2 1.000 masculino y el 500 femenino.