Mourinho no podrá contar en Pamplona con Khedira ni con Lass
31 mar 2012 . Actualizado a las 15:05 h.En territorio hostil, el temido Reyno de Navarra, y sacudido por una nueva polémica, ahora por el desencuentro entre José Mourinho y Casillas, el Real Madrid abre a partir de este sábado una fase decisiva del campeonato, obligado frente a Osasuna a recuperarse de su mala racha a domicilio para no complicarse la Liga. Necesitado de la victoria en una jornada que se presume clave y con la moral revitalizada tras las goleadas ante la Real y el Apoel, pero también con los planes de Mourinho trastocados por la baja por enfermedad de Khedira y la lesión de Lass en un choque de máxima exigencia y presión para el líder. Di María regresa un mes y medio después, pero también faltará el sancionado Pepe.
El Madrid afronta una de las salidas a priori más complicadas de la temporada, y Mourinho, preocupado por la motivación extra de Osasuna siempre que se enfrenta a este enemigo y por el caldeado ambiente de Pamplona, decidió este viernes suavizar los ánimos, alabar al conjunto local y augurar «un partido muy difícil ante un rival que sabe a lo que juega». El técnico portugués recordó que la pasada campaña Osasuna ganó con justicia (1-0) porque los rojillos fueron «más rápidos» y «más fuertes» que los blancos, y que el Madrid «tiene que intentar hacer un buen partido y ganar». Deberá hacerlo mermado en el centro del campo, donde se planteará la verdadera batalla, ya que faltará el habitual compañero de Xabi Alonso en la contención.
No estarán ni Khedira (faringoamigdalitis bacteriana aguda) ni Lass (sobrecarga muscular), y Mourinho se enfrenta así a una situación novedosa, cuando Osasuna promete ser, en palabras de Patxi Puñal, «un equipo incómodo que apretará mucho y dejará pocos espacios en el campo». En el Reyno de Navarra ya perdió el Barça (3-2) y Osasuna recibe pletórico a un Madrid que vuelve a estar en el ojo del huracán ahora que ha perdido fútbol y ha cedido terreno sobre los azulgrana, aunque su ventaja sigue siendo importante. Sin acallarse los ecos de las quejas arbitrales, se destapa un conflicto creciente entre Mourinho y Casillas, y el entrenador tiene que volver a jugar dentro y fuera de los terrenos de juego. Tres días después de ser levantada la ley del silencio impuesta tras el empate ante el Villarreal, Mourinho, de nuevo de buen talante y bastante comedido, argumentó los motivos que llevaron a no realizar declaraciones, aunque no fue tan convincente en el 'caso Casillas'.
Se le preguntó si consideraba al capitán madridista el mejor portero del mundo y Mourinho prefirió no dedicar ese calificativo al guardameta, a quien ya castigó en el Trofeo Bernabéu por llamar por teléfono a su amigo Xavi después de la Supercopa. Lógicamente, sí desmintió que su relación con Casillas sea mala y que haya pedido otro guardameta, como han filtrado personas cercanas al técnico. «Mi entorno no existe. Gente que habla o que se titula como mi entorno no existe. Pueden hablar de mis temas privados o de mi vida social, pero a nivel deportivo no tengo entorno. La historia de Casillas es una buena historia, pero no existe.
No tengo ningún problema con él ni con nadie», garantizó. También negó que haya negociado ya con el Manchester City para dirigir al equipo inglés a partir de la próxima temporada y apuntó que no es necesario decir públicamente que su deseo es continuar en el Madrid: «No tengo necesidad de hablar de un tema del que no tengo nada que hablar. Tengo dos años más de contrato, y nunca he dicho no que no me quiera quedar. No tengo que responder a preguntas que no tienen razón».
El ruido «un estímulo»
También desveló que él solicitó que el Madrid pudiese retrasar este partido al domingo, para tener más descanso, pero que su petición no tuvo éxito en la Federación: «Nos han dicho que era imposible jugar el domingo, porque iba a jugar el Barcelona contra el Athletic». Respecto al macrobotellón en Pamplona a 400 metro del hotel de concentración del Madrid, apuntó: «Nos han garantizado condiciones de seguridad en el hotel.
No es un problema de ruido, pero si es ruido de gente feliz y disfrutando a lo mejor es un estímulo».
Sí consideró «una buena pregunta» la que se le formuló cuando se le cuestionó por qué en El Madrigal se negaron a hablar él y sus futbolistas y ya se ha levantado la ley del silencio, el pasado martes en Nicosia.
Defendió la postura adoptada por él y el vestuario y acusó a la prensa de atacar al Real Madrid sea cual sea la decisión que se adopte: «La temporada pasada, tras la semifinales de la Liga de Campeones, salimos, abrimos el corazón y vosotros nos matasteis. Esta temporada, en la Copa, salimos, criticamos al árbitro, abrimos el corazón, y fuimos criticados. En Villarreal decidimos todos que no íbamos a hablar, criticar ni salir calientes para que nos pudiesen sancionar. Fuimos a la cena, no nos gustó la comida pero nos fuimos a casa sin crear ningún tipo de polémica ni problema, pero al final fuimos también criticados», lamentó el técnico luso.
«El problema no es nuestro, sino vuestro. La consecuencia es ser criticados cuando hablamos y no hablamos, pero por lo menos esta vez no nos pueden acusar de calentar, presionar o buscar la polémica. No sé si es por mí o por el Real Madrid, pero somos siempre criticados.
Pensamos que hemos hecho bien. No hay una única palabra nuestra criticando a ese señor, al árbitro, ni de mis jugadores, y pensamos que hemos hecho bien», insistió Mourinho, cuando sobre el césped de El Madrigal, aparte de que Cristiano se quejó con el famoso «Solo robar», Marcelo denunció que el Real Madrid estaba siendo «perjudicado» por los arbitrajes.
Alineaciones probables:
Osasuna: Andrés Fernández, Damià, Sergio, Miguel Flaño, Roversio, Puñal, Nekounam, Cejudo, Raúl García, Nino y Lekic.
Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Coentrao, Xabi Alonso, Özil, Kaká, Cristiano Ronaldo y Benzema.
Árbitro: Muñiz Fernández (Asturiano).
Estadio y horario: Reyno de Navarra. 20.00 h. (Canal Plus Liga y GolT).
Autor:Amador Gómez