El exbarcelonista Ibrahimovic, ahora en el Milan, avisó: «Para ganar tenemos que hacer un partido perfecto». Y minimizó su polémico reencuentro con Guardiola: «¿Si le daré la mano? No es importante para mí y tampoco lo es para él. La vida sigue y yo sigo adelante. Cuando llegué al Barça, era un sueño, como lo es para todos los jugadores que llegan a este equipo. Siento que durara solo un año, pero lo que sucedió fue eso y puede pasar. De todas maneras estoy muy orgulloso de haber jugado en ese club». El sueco afirmó que no tiene «nada que demostrar» y alabó a Messi: «Es el número uno. Crece cada día y hace mejores cosas que antes. Siendo tan joven no se sabe lo que llegará a hacer. Esta batiendo todos los récords y verle es una gran diversión».
En el Barça, Pique, tras un error inicial del que seguro que se hablará mucho («Jugar en San Siro ante un rival como el Madrid... perdón, el Milan...», dijo), frenó las preguntas sobre la posibilidad del triplete: «Hay que ir partido a partido. Si hablamos de triplete se nos hará una montaña y no saldrá bien; lo digo por experiencia».
Su entrenador, Pep Guardiola, bromeó a preguntas de la prensa italiana sobre el sistema táctico: «Vamos a jugar con siete defensas mañana, todos colgados del larguero».