La obra de Marcelo Bielsa brilla en el mejor escenario

EFE

DEPORTES

PETER POWELL

El Athletic desarboló con su juego intenso al Manchester United en Old Trafford

09 mar 2012 . Actualizado a las 19:27 h.

La obra de Marcelo Bielsa esta temporada en el conjunto rojiblanco y la esencia del centenario club vasco, jugadores de la tierra y una afición devota y masivamente entregada a su equipo, han deslumbrado en el mejor escenario posible, un 'Teatro de los Sueños' que se quedó anonadado con la actuación de su singular rival tanto dentro del terreno de juego como fuera de él.

Old Trafford, Manchester y el United vivieron con la visita del Athletic un día que tardarán en olvidar, si bien no tanto como Bilbao y el club rojiblanco, a quienes se les quedará para siempre en la memoria probablemente la gesta europea más importante de su historia, que alcanza ya 114 años.

Un partido épico que no se comprende sin la peculiar y ambiciosa personalidad del técnico que llegó a la capital vizcaína todavía no hace ni nueve meses. Un prestigioso Marcelo Bielsa que, no obstante, aún estaba por triunfar en Europa. Y que está demostrando que si hay algo ya plenamente universal, global, es el fútbol.

El argentino recogió la buena herencia que le dejó Joaquín Caparrós

El argentino recogió la buena herencia que le dejó el sevillano Joaquín Caparrós y ha armado un equipo tan ambicioso y ofensivo como insultantemente joven. Al que ha inoculado su fútbol protagonista y no especulativo sin concesiones a las trampas ni a las excusas.

Así, los seguidores del Athletic y los amantes del fútbol están comprobando a medida que pasa la temporada que Javi Martínez y Amorebieta son dos central del más alto nivel, que Herrera y Muniain piden paso entre los mejores de Vicente del Bosque y que Llorente es uno de los '9' más influyentes del fútbol actual.

También que Iraizoz es un portero solvente a pesar de sus cada vez más escasas lagunas; que Iturraspe apunta tanto como atrasar a Javi Martínez su posición; que Iraola mantiene la exquisitez del inicio de su carrera bajo el patrocinio de Ernesto Valverde; que De Marcos tiene bombonas en lugar de pulmones y fe como para llenar un seminario; y que Susaeta parece a punto de explotar en delantero total.

Aurtenetxe no desmerece en un once en progresión y cada vez más crecido, al que solo la entidad de los titulares hace mantenerse a la espera al espléndido San José y en el que, curiosamente, no desentona un Toquero adorado desde la grada y ejemplo de cómo querer es a veces suficiente para estar entre los mejores.

Un equipo casi redondo llegado fundamentalmente de la cantera de Lezama y al que alimenta como a pocos unos seguidores entregados a él con una devoción a prueba de todo. Una afición capaz de superar las 50.000 unidades en la final de Copa de hace tres años en Valencia y de batir todos los récords en eliminatorias europeas mandando 8.000 gargantas a animar a los suyos al intimidante, por lo legendario, Old Trafford.

En definitiva, Athletic Club en estado puro por corazón de su equipo y ánimo de su hinchada. Que disfruta como pocas veces, quien lo iba a decir en un equipo que siempre ha mirado casi única y exclusivamente a las Islas Británicas, con un técnico argentino y un fútbol no precisamente en la línea del los rojiblancos han predicado durante décadas. Será que hasta la tradición se globaliza.