La Voz regala hoy la revista que conmemora el Centenariazo

antón s. rodríguez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Sesenta y cuatro páginas a todo color desgranan los secretos y recuerdos de un triunfo histórico

06 mar 2012 . Actualizado a las 13:34 h.

Hay partidos de fútbol que adquieren la dimensión de acontecimiento histórico. Por cómo transcurren. Por cómo concluyen. Por lo que significan en la biografía de un club. El Deportivo ha escrito ya varias páginas tiznadas de gloria y mañana se cumplen diez años de una de ellas. Se trata de la segunda Copa del Rey obtenida el 6 de marzo del 2002, pero ya todos los deportivistas y gallegos se refieren a ella como el Centenariazo. El Real Madrid llevaba días celebrando el título antes de conseguirlo. La final se celebraba en el Santiago Bernabéu el mismo día en que el club blanco cumplía cien años de vida. El ambiente de casa y un equipo que contaba con jugadores como Zidane o Figo aceleró un ambiente de confianza que convertía al Deportivo en el cristiano que están a punto de devorar los leones.

Pero el equipo coruñés le dio un quiebro a la historia con un partido para enmarcar, una actuación que sigue siendo recordada diez años después y que los lectores de La Voz podrán revivir a través de una revista que regala el periódico. Así, «10 años del Centenariazo» desgrana en 64 páginas a todo color noventa minutos de gloria blanquiazul, noventa minutos que consiguieron que todo el mundo balompédico mirase al equipo visitante del Bernabéu, noventa minutos que dieron una lección al Madrid, que ya había puesto precio a una piel que aún no habían cazado.

Mirando diez años atrás

La Voz ha recordado con sus protagonistas aquel momento para la historia. Javier Irureta asegura que lo ocurrido aquel 6 de marzo «fue uno de los acontecimientos más satisfactorios» de su carrera. En la revista confiesa las dudas que la asaltaron a la hora de construir el once titular, así como las manías dentro del vestuario. El capitán Fran también desvela cómo antes del encuentro «el madridista Flavio le dijo a Djalminha que no podría quedar por la noche porque tenía una celebración». Y fue cierto, al final no pudieron quedar. Pero era Djalma el que se fue de fiesta.