Nacho Novo rompe con el Sporting para irse a Polonia

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Jugará en el Legia de Varsovia junto a Iñaki Astiz

17 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El gallego Nacho Novo (Ferrol, 1979) emprende el vuelo otra vez. Quien pensaba en el verano del año 2010 que llegaba a Gijón para colgar las botas estaba muy equivocado. La falta de minutos dio con el delantero fuera del Sporting de forma tajante. Ya lo había anunciado hace cuatro días por medio de su cuenta de Twitter. «Ya es seguro que no seguiré en el Sporting para el próximo año y con lo que me quedo es con la gran afición y los compañeros», zanjó. La salida de Manolo Preciado y la presencia de Iñaki Tejada no cambió las cosas. Ya no esperó a comprobar lo que sucedía con Javier Clemente.

El destino del ferrolano es el Legia de Varsovia, que ayer jugaba el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa contra el Sporting de Lisboa (empate a dos goles en Polonia). En el vestuario se encontrará con otro español, el exosasunista Iñaki Astiz. El Legia es el segundo clasificado de la Liga polaca, con cuatro puntos menos que el líder Slask Breslavia. En Polonia también se encuentra Jose Mari Bakero, como entrenador del Lech Poznan, quinto clasificado.

Nacho Novo llegó a Gijón como el gran fichaje mediático del verano del año 2010. Procedía del Glasgow Rangers escocés, donde además de ganarlo, lo fue todo. De hecho, en la página oficial de Internet del Legia de Varsovia acompañan la noticia del fichaje del gallego con un vídeo homenaje que un aficionado bluenose hizo como agradecimiento y cuya banda sonora es la canción «Remember the name» («Recuerda el nombre»), de Fort Minor.

Novo siempre ha sido un futbolista símbolo. En la historia de los Rangers está grabado a fuego el Helicopter Sunday, cuando un gol del gallego hizo rectificar el rumbo de la aeronave que portaba el trofeo de la Liga escocesa para entregarlo al Celtic y dar media vuelta para concedérselo al Rangers. Cuando cerró el capítulo caledonio de su trayectoria deportiva parecía haber encontrado el mismo paisaje en El Molinón. «Sabía que Gijón sería mi siguiente destino», lanzó en su presentación en Mareo. «Me desenvuelvo por ambas bandas y como delantero», añadió. Preciado tomó nota y lo quemó pegándolo a la cal, a pesar del criterio de la grada. Novo requería un lugar centrado y cercano a la portería. Con Tejada se alejó todavía más, hasta caer en el banquillo. Su familia permaneció siempre en Glasgow. Fue la puntilla.