Las autoridades de la ciudad de Indianápolis han extremado las medidas de seguridad para evitar actos terroristas durante la Super Bowl de la madrugada del domingo al lunes entre los New York Giants y los New England Patriots. La presencia de decenas de miles de personas en el Lucas Oil Stadium obligó a la activación de la campaña de vigilancia «Si ves algo, dilo», en la que se solicita la cooperación de la población.
«En un evento como la Super Bowl la seguridad es una responsabilidad compartida y todos tienen un rol importante en la identificación de actividades sospechosas y amenazas», señaló la secretaria de Seguridad de Estados Unidos, Janet Napolitano. Junto a los efectivos policiales que desplegará la ciudad y los especialistas federales en técnicas de observación, explosivos y antiterrorismo, también habrá 3.000 guardias de seguridad de la NFL y más de 8.000 voluntarios y empleados del estadio.
De acuerdo con Napolitano, 35 organizaciones del Gobierno o agencias relacionadas aparecen involucradas en la seguridad de este evento.