Como acostumbra, con tanta superioridad como inquietud por un resultado ajustado. El Dépor ganó por la mínima al Cartagena y alcanzó los seis triunfos consecutivos, algo digno de ser ensalzado. Ni siendo muy superior a la mayoría de los equipos de Segunda (a casi todos) es fácil encadenar seis encuentros sumando de tres en tres.
Quizá, lo mejor de ayer fue la personalidad de los futbolistas ante una situación adversa como la expulsión de Ayoze, quien lejos de actuar como el experto futbolista que se supone que es, tiene acciones de juvenil. El caso es que el Dépor se comportó con empaque ante la situación de inferioridad y eso es una excelente noticia, como fueron buenas noticias los goles de los delanteros, aunque Riki no sepa todavía ni cómo remató ese balón y Xisco anotara a puerta vacía gracias a un rechace. Los dos goles, afortunados o no, fueron válidos y valieron tres puntos. Lo que no es noticia es lo de Guardado. Está siendo un futbolista total. Lo mismo regala goles, que está a punto de marcarlos. Y lo mismo corre la banda hacia arriba que la recorre hacia abajo. Su energía es contagiosa y su competitividad imprescindible en un equipo que aspira al ascenso.