El lucense es el único piloto gallego en el Rali Dakar.
26 ene 2012 . Actualizado a las 12:15 h.José López Rivas no da opción al desaliento. Pocas horas después de su abandono en el rali Dakar que abrió el año 2012, este lucense afincado en Sanxenxo preparaba ya su quinta participación.
-Ya en frío, ¿cómo se siente?
-Cuando te inscribes en el Dakar, te expones a todo tipo de circunstancias. Se hizo una preparación mecánica con esmero y con un motor más potente par ir mejor preparados. La caja de cambio se adaptaba mal, pero no contábamos con que la avería fuese tan pronto. Y pensar que teníamos una nueva en San Juan, a solo dos etapas... A veces delegas en gente que crees que sabe, y vienen los problemas. La próxima vez no dejaremos que se modifique la mecánica original. La inversión irá por ahí.
-¿Le afectó mucho?
-Hay que relativizar. El Dakar tiene una cara muy amarga. Vimos arder coches oficiales. Hay pilotos que pierden la vida. Lo que me pasó a mí no es más que para sentir cierta rabia. Ves tantas cosas que no sirve de nada lamentarte. Vas a lo que vas. A llegar al final.
-¿Qué le atrae de esta prueba?
-Es extrema. La lucha, la superación personal que exige, el autocontrol. Tremenda. Te pone a prueba física y mentalmente. Pero no es una carrera contra otros, sino contra uno mismo.
-¿Hizo amigos?
-En situaciones extremas conoces gente extraordinaria. Se concentran las experiencias, las sensaciones son cambiantes. Pronto pasas de estar desesperado a muy feliz. Tengo amigos que me ayudaron mucho desde mi primera participación.
-¿Qué hará ahora?
-Tomar la decisión de ir, encontrar apoyo económico y buscar la manera de no tener esos problemas mecánicos. Trabajar duro para conseguirlo y tenerlo cerrado para el verano.
-¿Practica otras disciplinas?
-Me gusta el motor con mayúsculas. Pero lo que más, los raids, en moto o en coche. Para competir, me centro en el Dakar. Estoy demasiado ocupado con mi trabajo. Quiero cumplir mi sueño de acabar. Sé que no es fácil. Se necesitan grandes dosis de optimismo.
-¿No se le hace largo el año?
-Para nada. Al contrario. Se me pasa volando. El cincuenta por ciento del Dakar es la preparación durante el año. Es lo que más desgasta. Me gustaría tener más tiempo para prepararlo todo mejor. Competir es lo más bonito. Todavía seguiré intentándolo al menos diez años más.
-¿Y la familia?
-La familia ya me conoce como aventurero. Antes hacía documentales, en todas las latitudes del mundo. Y pensar que era veterinario... Monté mi empresa porque me apasionaba el motor, pero también quería dedicarme a los documentales de aventura. Llegué a ganar algún premio. Hice el Dakar Series... no es pasión de ahora.
-¿Le hubiese gustado vivir la época del Dakar africano?
-Lo conocí, pero me quedo con el de ahora. Es impresionante. Mucho más duro, más exigente.
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