La consagración de Nowitzki, la decepción de LeBron y el cierre patronal

Nueva york / dpa

DEPORTES

26 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La NBA vivió uno de los años más extraños de su historia, que incluyó el sorprendente anillo conquistado por los Dallas Mavericks y un cierre patronal que puso en jaque a la Liga e indignó a los hinchas. Fue la temporada de la consagración del alemán Dirk Nowitzki y del nuevo fracaso de LeBron James en su búsqueda del anillo, esta vez al frente del big three de Miami Heat.

Contra todo pronóstico, los Mavericks conquistaron el primer título de su historia cuando menos se esperaba. Tras una década de fichajes y despidos espasmódicos, acudió a los play off como tapado y se llevó el anillo con todo merecimiento. Por su parte, Nowitzki conquistó a sus 31 años el título que se le venía resistiendo desde que llegó a Dallas y a la NBA, en 1998. Ejerció de líder, hizo las canastas decisivas de los partidos de la final y se llevó el reconocimiento de Jugador Más Valioso de los play off. La gran decepción fueron los Heat, que vivieron toda la temporada montados en una montaña rusa.

La temporada también sirvió para confirmar como estrella a Kevin Durant, de los Oklahoma City Thunder, verdugos de unos decepcionantes Lakers, y de Derrick Rose, mvp de la fase regular y líder de los emergentes Chicago Bulls.

La temporada dejó la impresión de que Lakers, San Antonio Spurs o Boston Celtics dieron la impresión de haber agotado un ciclo.

El cierre patronal

Y con el final de la temporada comenzaron unas vacaciones que fueron más largas de lo presumido. Finalizado el antiguo convenio, se iniciaron las negociaciones entre las franquicias y los jugadores y se decretó el cierre patronal. Pocos días bastaron para asistir a la certeza de que las conversaciones durarían días, semanas y meses. Las distancias entre ambas partes eran abismales.

Al final hubo firma de un nuevo convenio, en el que todos perdieron. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, definió muy gráficamente lo que para los ciudadanos significó el cierre: «Un conflicto entre millonarios y multimillonarios». Algo muy impopular, y más en tiempos de crisis.