El Dépor se deja la Copa en la locura de Valencia

Miguel Piñeiro / Redacción digital

DEPORTES

El equipo coruñés es eliminado tras sufrir más de una hora en inferioridad por la expulsión de Saúl y tras fallar un penalti en el minuto 91 que le hubiera valido la clasificación.

22 dic 2011 . Actualizado a las 03:31 h.

La Copa del Rey en todo su esplendor despidió al Deportivo en el campo del Levante, que remontó el 3-1 de Riazor en una locura de partido. Hubo expulsiones, penaltis, goles, prórroga y épica en el perfecto exponente del duelo copero, que se cobró la víctima de un Dépor preso de sus errores defensivos, que recibió el severo castigo del Levante cada vez que asomaba la cabeza. La expulsión de Saúl a la media hora de juego, que abocó al Dépor a hora y media de sobresfuerzo físico, y el penalti errado por Pablo Álvarez en el minuto 91, que le daba la clasificación, fueron losas demasiadas pesadas para un equipo con corazón de hierro, pero mandíbula de cristal. Ni la aparición inspirada de Juan Carlos le rescató ya en el tiempo extra, cuando Koné sentenció.

Comenzó condicionado el Dépor por las molestias musculares que impidieron jugar a Riki. El voluntarioso Bodipo llenó el hueco del de Aranjuez en la punta de ataque, y rozó la sorpresa del gol con un remate de primeras a centro de Salomão. La actividad del extremo portugués, postergado en las alineaciones de las últimas semanas, fue la primera buena noticia del equipo coruñés. Tiró un par de caños y centros peligrosos (luego desapareció). El Dépor despertó intenso en el Ciutat de Valencia, ante un rival que contemplaba mientras le veía la cara al juego. Rochela tuvo un tiro tras un rechace en un córner pero lo erró, y nadie llegó a un buen envío de Salomão al corazón del área del Levante.

Sin embargo, pronto elrival comprobó que el Dépor tenía una mandíbula de cristal. Cada centro al área coruñesa era un tormento. El Zhar le ganó el salto a un contemplativo Manuel Pablo y estrelló el remate en el larguero. Fue la última acción del canario, que sufrió una nueva lesión muscular. Poco después, El Zhar tenía más suerte. Otro centro, acompañado de un deficiente despeje de Rochela, le dejó la pelota franca al marroquí para estrenarse como goleador del Levante. El Dépor acusó el golpe, apenas tuvo Ayoze tiempo de aclimatarse mientras Barkero y Rubén tiraban bombas sobre el refugio coruñés y Koné causaba estragos en la pareja de centrales.

Cuando peor lo pasaba, surgió la figura de Pablo Álvarez. El asturiano arrancó en línea de tres cuartos, se escapó de cuantos le salieron al paso y recortó en el área ante la entrada de Cabral. El árbitro concedió el penalti, Pablo marcó y se lo dedicó a Villa. El deslumbrón de Álvarez niveló el partido, pero otro asturiano ayudó a desequilibrarlo. Saúl, el héroe del partido de ida, cometió dos entradas consecutivas y el colegiado las castigó con amarillas. La torpeza de Saúl y la rigurosidad de Paradas Romero dejaron al Dépor con diez, mientras seguía sufriendo con los balones al área del rival. Lux sacó casi de milagro un remate de Koné en área pequeña tras un córner, justo antes de que otro mal rechace (éste de Ayoze) acabase en pies de Ballesteros. El gigantón y veterano central se sacó un inesperado derechazo que sorprendió a todos, incluido a Lux.

El Dépor pedía a gritos el descanso, golpeado por la expulsión y el gol de Ballesteros. Perdió la pelota y su permeable defensa hacía presagiar lo peor. Koné burló a dos defensas y centró raso al punto de penalti, pero nadie lo aprovechó. Y Rubén pateó un libre directo cercano a la escuadra. Tocó la campana del medio tiempo y el Dépor lo agradecio?para recomponer un plan y mantener sus opciones de clasificación. El resultado le valía al comenzar el segundo tiempo. La heroica fue el único recurso. El Deportivo fue incapaz de agarrar la pelota, mermado en número y sufriente en defensa con cada

centro del Levante, una pesadilla para el rebasado Rochela y el desubicado Aythami. Roger erró un cabezazo franco en el área mientras Ayoze convertía en el pasillo habitual su lateral, aunque Pedro López pocas veces sacó algo en limpio. Lassad relevó a Bodipo aunque apenas entró en juego: el Dépor fue un elemento extraño en el campo del Levante. Concedía faltas cercanas al área el equipo coruñés, ante un árbitro de silbato fácil.

Se difuminó la línea entre la defensa y el centro del campo, pegado a la retaguardia, eliminando toda opción de salida con el balón. Sin embargo, no llegaban las ocasiones flagrantes del Levante. Incluso el Dépor se permitió el lujo de un par de llegadas consecutivas de Lassad. Aprovechó un despiste de Rubén en banda izquierda para plantarse, demasiado escorado, ante el portero. Keylor Navas repelió el tiro. Poco después, Pablo Álvarez desbordó a Ballesteros, centró al primer palo y Lassad encontró el poste. Acto seguido, la defensa contemplativa del Dépor permitió maniobrar a Koné y a Rubén, que colocó el tiro lejos de Lux. El 3-1 prometía la prórroga pero la locura de los últimos minutos estuvo cerca de evitarlo. Juan Carlos, el último cambio de Oltra, arrancó desde medio campo, condujo con elegancia y regateó a varios defensas del Levante, cedió a Jesús Vázquez, quien vio la llegada desde

atrás de Pablo Álvarez. El árbitro vio una zancadilla sobre el asturiano y concedió otro penalti en el minuto 91, a pesar de que

Lassad había empujado el balón a la red. Pablo volvió a asumir la responsabilidad pero esta vez encontró el larguero.

Y justo antes del pitido final, Lux tuvo su ocasión de lucirse a tiro lejano de Rubén. El talento de Juan Carlos alumbró al Dépor en la prórroga. El canterano siguió con su demostración de control y toque, y alumbró un par de llegadas peligrosas en el tiempo extra. Lassad persiguió un balón suelto y forzó la salida fuera del área de Navas. Entre Cabral y el portero, el tunecino cayó. El Deportivo pidió falta y expulsión. Poco después, Pablo Álvarez apuraba la línea de fondo y su centro no encontró rematador pese a un par de rechaces en el área. Como en otros tramos del partido, cada vez que el Dépor

asomaba por el área del Levante, recibía el castigo de un gol. EL juvenil Higón centraba desde la derecha y Koné bailaba con Seoane y Aythami para definir el 4-1.

Con el físico al límite en la segunda parte de la prórroga, El Zhar perdonó la sentencia al querer resolver con una vaselina ante Lux, y Seoane puso después el balón en el área de Navas, sin que Juan Carlos ni Lassad rematasen. El Dépor, valiente, quemó sus naves por encima de sus fuerzas. Aparecieron casi como extremos Borja y Aythami. Los centrales tiraron la línea en el centro del campo. Acogotó al Levante, que se limitó a buscar a Koné en largo. El africano le dejó la sentencia a Roger pero el canterano erró. Murió en el área rival el Dépor, que se quedó con 9 por la absurda expulsión de Borja al entorpecer el saque del portero. Poco importó después de 120 minutos de esfuerzo que se perdieron en Valencia.

1-0, min 14: El Zhar. 1-1, min 23: Pablo Álvarez de penalti. 2-1, min 37: Ballesteros. 3-1, min 79: Rubén. 4-1, min 100: Koné.

Levante: Keylor; J. Venta (Higón, min 77), Ballesteros, Cabral, P. López; Pallardó (Juanlu, min 55; Roger, min 62), Iborra, El Zhar, Rubén; Barkero y Koné.

Deportivo: Lux; Seoane, Aythami, Rochela, Manuel Pablo (Ayoze, min 12); Borja, Jesús Vázquez; Saúl, Pablo Álvarez, Salomão (Juan Carlos, min 83); Bodipo (Lassad, min 62).

Árbitro: Paradas Romero (colegio andaluz). Amonestó por el Levante a Keylor Navas, El Zhar, Ballesteros y Rubén y por el Deportivo a Lux, Aythami, Juan Carlos, Bodipo y Pablo Álvarez.

Expulsó por doble amonestación al visitante Saúl (m.35) y a Borja (m.118).