El defensa solo ha disputado 15 minutos en Liga esta temporada

La Voz

DEPORTES

25 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Rochela es probablemente el jugador más tranquilo de la plantilla deportivista. Su cara apuntaba a que le dolió caerse de la convocatoria, pero sus palabras no evidenciaron preocupación alguna por su situación. «No te puedes desesperar, hay que estar calmado», razonó ante los micrófonos. Lo tiene claro: «Si pierdes la ilusión y las ganas con 21 años ya lo puedes ir dejando. Esto tiene momentos altos y bajos». Él lleva un tiempo metido en el bache, como demuestra la poca fe que tiene Oltra en su concurso desde que arrancó la temporada.

El de As Pontes solo ha disputado un cuarto de hora en Liga en lo que va de campaña, pero ni siquiera esos minutos pueden considerarse una buena noticia. El día en el que el entrenador le permitió saltar al campo en Riazor lo hizo como segundo plato. Fue frente al Guadalajara. El Dépor ganaba ya 3-0 (al final fueron cuatro) y Zé Castro notó molestias. El técnico, exiliado en la grada por aquellas cuentas pendientes con el Vecindario, no buscó a un sustituto natural para el portugués. Fue Morel el que ocupó el puesto de central durante trece minutos (entre el 63 y el 76) hasta que Rochela tuvo su oportunidad supliendo a Guardado.

El de As Pontes se alineó entonces junto a Aythami, Morel se desplazó a la izquierda y Ayoze ocupó el puesto de interior. El duelo acabó sin mayores sobresaltos, pero eso no sirvió para que Rochela ganara crédito. El canterano se quedó fuera de la lista en el duelo liguero con el Alcoyano, aunque sí salió como titular en Copa del Rey frente al mismo rival. Aquel encuentro le sirvió al jugador para aumentar sus probabilidades de hacerse un hueco en la zaga. No por su papel en la victoria, sino porque Zé Castro se retiró con calambres en el minuto 65 y provocó el enfado de Oltra, que criticó en rueda de prensa la escasa preparación física del portugués.

Pulso con Zé Castro

El cabreo del míster se tradujo en castigo. Rochela ganó a partir de entonces a su compañero y rival el duelo por ganarse una silla en el banquillo. Zé Castro -que había jugado como titular frente al Guadalajara y el Hércules y tenido minutos partiendo como reserva frente al Barça B y el Alcorcón- dejó de frecuentar las convocatorias, en las que el defensa de la cantera se convirtió en habitual. Así, hasta el duelo de Elche, donde no hubo un solo central puro entre los suplentes. Tampoco los habrá esta noche. A Oltra no le hacen falta.

«¿Para qué voy a llevarlo? ¿Para que luego no juegue?»