El Barça vence gracias a su formidable ataque un duelo descontrolado en el que sufrió mucho en defensa
24 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El Barça ha llegado a ese momento en el que se puede permitir el lujo de elegir. Incluso en Milan. Ayer optó por el frenesí, retratado en el dibujo que plantó Guardiola sobre el campo. Un 3-4-3 que propició un choque descontrolado en el que el vigente campeón renunció al toque en favor de la pegada. Y por esa vía, la del gol, decidió su primer puesto de grupo.
Con seis centrocampistas sobre el césped, los culés sufrieron más que nunca para sacar el balón jugado. Mascherano se incrustó junto a Puyol y Abidal en una zaga de tres que Allegri supo desmontar enviando a los suyos presionar muy arriba. La pasión con que acató la orden Ibrahimovic contagió a sus compañeros, entre los que se alista un cuarteto que ya no cumplirá más los 34. El Barça volvió a vencer el duelo por la posesión, pero esta vez se debió en exclusiva a que sus ataques fueron más que los del rival.
Nada de juego a lo ancho. El partido corrió de área a área con mayor presencia en la local, pero con riesgo extremo cuando el balón transitaba frente a Valdés. Porque la defensa armada por Guardiola no ofreció seguridad alguna. Un planteamiento similar en el clásico de dentro de un par de semanas sería un suicidio.
Pero ayer era San Siro y no el Bernabéu, y la falta de velocidad de la última línea culé no tuvo excesiva importancia, porque en el Milan no sobran los velocistas ni los capacitados para el pase entre líneas. Con Pato entre algodones, todo pasa por los balones que descuelga Ibra y las individualidades del propio jugador sueco y de un notable Boateng.
Ellos equilibraron por dos veces lo que el Barça inclinó de su lado. Se adelantaron los culés tras una buena jugada que Van Bommel acabó en su propia portería y volvieron a cobrar ventaja con un dudoso penalti a Xavi que Messi transformó. El 9 rossonero fue el primero en igualar. Un perfecto servicio de Seedorf le permitió ajustar alguna cuenta con su ex equipo. Al 2-1 respondió su compañero ghanés con un maravilloso regate de espuela y mejor definición.
El duelo volvía a estar en tablas al inicio del segundo tiempo, pero los culés encontraron entonces la ocasión para dejar su sello. Messi cruzó sus papeles con Xavi. El 10 filtró una bola entre ocho piernas para que el 6, enorme, venciera a Abbiati. A partir de ahí, Busquets se sumó a la zaga. El Milan pagó el esfuerzo y el Barça decidió también cuándo acabar el partido.
Goles: 0-1, min 14: Van Bommel (p.p.); 1-1, min 20: Ibrahimovic;
1-2, min 29: Messi (p); 2-2, min 54: Boateng; 2-3, min 63: Xavi.
Árbitro: Wolfgang Stark, de Alemania. Mostró cartulina amarilla a Aquilani, Nesta, Mesi, Van Bommel, Puyol, Abidal, Mascherano y Zambrotta.
Incidencias: Unos 85.000 espectadores en San Siro.
Abbiati; Zambrotta, Nesta (Bonera, min 66), Abate, Thiago; Van Bommel (Nocerino, min 72), Seedorf, Aquilani, Boateng; Robinho (Pato, min 46) e Ibrahimovic
Valdés; Puyol, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Thiago (Dos Santos, min 91), Keita, Cesc Fàbregas (Pedro, min 80); Villa (Alexis, min 67) y Messi