Los tres defensas pierden a Oltra

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El cambio de un zaguero nunca ha servido de revulsivo al técnico del Dépor

22 nov 2011 . Actualizado a las 10:57 h.

Un estudio de las sustituciones ordenadas por Oltra en momentos críticos del Dépor revela escaso éxito cuando opta por prescindir de alguno de sus defensas por decisión técnica. Lo hizo contra el Hércules, el Alcoyano y el pasado domingo en Elche. También sucedió así contra el Nàstic, aunque la marcha de Ayoze se reveló casi testimonial, pues el empate llegó en una jugada a balón parado.

Contra el Hércules | El estreno de los tres zagueros | El Hércules marcó al filo del descanso. Manuel Pablo se quedó en el vestuario lesionado y Oltra dio entrada a Lassad y varió a un esquema 3-2-3-2, con tres defensas (Zé Castro, Aythami y Ayoze), Vázquez y Bergantiños en el eje, Pablo Álvarez (luego Saúl), Valerón y Salomão como mediapuntas y el francés y Xisco al ataque. Pese al acoso deportivista en la segunda parte, el 0-1 no se movió.

En barcelona | Sin alternativas en el banquillo

Las lesiones desnudaron las carencias de la convocatoria de Oltra, que se llevó a cuatro defensas y ningún lateral a Barcelona (los titulares Colotto y Aythami, mientras Zé Castro y Rochela aguardaron en el banquillo) y se le lesionó Ayoze. Con los descartados Seoane y Morel en A Coruña, su solución fue retrasar a Guardado, hasta ese momento el mejor sobre el campo, y el Dépor, que se adelantó 3-0 en media hora, acabó pidiendo la hora.

En Alcoy | Cambió a dos defensas

Con 1-0 y en un partido paupérrimo del Dépor el técnico dio entrada a la hora de juego a Riki por Seoane (Laure retrasó su posición inicial de interior a la de lateral) y, a los 74 minutos, a Juan Domínguez por Aythami. Esta fue la única vez, antes de este domingo, que cambió a un central por decisión técnica. El 2-0 final llegó en un flagrante desajuste defensivo. Ayoze subió a lanzar una falta a la banda derecha y ningún compañero cubrió su posición en la izquierda, por donde llegó el gol.

Contra el Nàstic | Valerón, mediocentro

Con 1-1 momentáneo en el marcador el canario, terror de los rivales por su facilidad para dar el último pase, retrasó su posición al centro del campo tras la marcha de Álex Bergantiños y la entrada de Riki, considerado el mejor socio de Valerón. Tras el 1-2, logrado en el minuto 85, Oltra dio entrada a Juan Domínguez por Ayoze, pero el canterano ni tocó el balón. El 2-2 final llegó en una falta en la que pifió el portero del Nàstic.

En Cartagena | Ni con tres delanteros

Una de las pocas veces en que Oltra jugó de inicio con dos delanteros (Lassad de mediapunta y Riki por delante). Con 2-1 y a veinte minutos del final del partido, el técnico dio entrada a Bodipo (en su segundo partido de la temporada) y retiró a Jesús Vázquez. El Dépor jugaba con un 4-3-3, con Bergantiños y dos mediapuntas (Valerón y Saúl) en el centro del campo, y Riki, Lassad y el sevillano en ataque. No le quedaba más pólvora, pero el marcador no se movió.

Contra el Girona | Lassad salió y marcó

Seis minutos después de pisar el césped por Jesús Vázquez el delantero francés selló la remontada con el 2-1. Luego aún llegaría el 3-1, obra de Laure en colaboración con Juan Domínguez, quien también acababa de entrar al campo. Aún llegaría el 3-2 en un contragolpe final del Girona.

En Murcia | Ambición sin fruto

Por primera vez el entrenador del Dépor se adelanta a los problemas. Esta vez no esperó a ir por detrás en el marcador para prescindir de un mediocentro (Jesús Vázquez) y poner en el campo a otro delantero, Lassad. Al menos dio la impresión de que su equipo quería los tres puntos. Otro asunto es que ni con esta solución pudiera deshacer el empate inicial.

En Elche | La solución de Bruno Gama

El pasado domingo un simple cambio en banda (Bruno Gama por Saúl) revolucionó al conjunto blanquiazul. Del 2-0 de la primera parte se pasó al 2-1 en nueve minutos y luego al 2-2. Este llegó cuando Valerón acababa de ingresar en el campo por Colotto, lo que dejó al Dépor media hora con tres defensas frente a un rival que presionaba y salía como un avión a la contra. Por primera vez desde aquel partido contra el Hércules Oltra no cambió a un mediocentro. El 3-2 final se tornó un castigo muy duro.