Los de Oltra afrontan un partido trascendente para soldarse a la zona alta
20 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El rastro de la euforia que liberó el derbi en el deportivismo todavía inunda los alrededores de Riazor cuando la plantilla ya afronta hoy en Elche un partido trascendente para soldarse a la zona alta de Segunda. Es la reválida de un equipo que lucha por abandonar la trayectoria errática del comienzo de temporada y que quiere hacerse un hueco entre quienes acabarán peleando por el ascenso al final de la campaña. El Deportivo trata de reconquistar su espacio natural. No será una tarea sencilla. Visita a un conjunto que no pierde desde la séptima jornada y además los jugadores deberán aparcar el éxtasis del triunfo contra el Celta, en el que por ahora se sumerge la afición.
«Somos conscientes de que el partido contra el Celta fue algo especial», comentaba ayer Álex Bergantiños, poco antes de que la expedición blanquiazul iniciase el viaje hasta la localidad alicantina. «Sin embargo, al final son tres puntos más y si perdemos contra el Elche volverán los palos contra nosotros», añadía. De hecho, el centrocampista reconoce que desde el lunes, cuando habitualmente el cuerpo técnico y los futbolistas realizan un análisis pormenorizado del último encuentro, «no se volvió a hablar del derbi en el vestuario». «Cada choque -apunta- es una guerra».
El capítulo positivo es que para este combate, José Luis Oltra recupera dos de las piezas que se presuponen claves en la línea de creación del Deportivo: Andrés Guardado, que estuvo concentrado con su selección, y Jesús Vázquez, quien cumplía un encuentro de sanción. El mexicano aporta sacrificio, profundidad y sus destellos a balón parado. Al onubense, en cambio, le ha costado más convertirse en una de las piezas insustituibles de la medular. Buena prueba de ello es que el domingo pasado nadie lo echó en falta en Riazor. Su recambio, Juan Domínguez, brilló asociado con Bergantiños.
Vuelve Manuel Pablo
Asimismo, el capitán del Deportivo, Manuel Pablo, vuelve a la lista casi dos meses y medio después de que entrase en la enfermería, aunque lo más probable es que no salte al césped de inicio, ya que aún le falta algo de ritmo. El apartado negativo lo protagoniza la ausencia de Riki, de nuevo lesionado.
Por otro lado, en la convocatoria del entrenador del Deportivo resalta que en el Martínez Valero no habrá centrales en el banquillo. En el caso de una contingencia en el medio de la defensa el técnico podría echar mano de la polivalencia de Ayoze o de Borja. Esta apuesta consolida la desconfianza de Oltra hacia Ze Castro. Una evaluación que se podría aplicar también en el caso de Xisco, que sigue sin contar.
En cuanto al Elche, Pepe Bordalás podrá disponer de Palanca por la izquierda tras cumplir este un partido de sanción. El regreso del habilidoso extremo es la principal novedad de los ilicitanos para este encuentro.