El Manchester City aprovecha la ocasión y al golear al Villa, se consolida como primero de la Premier.
16 oct 2011 . Actualizado a las 02:27 h.El clásico entre el Liverpool y el Manchester United se cerró con empate a uno gracias a un gol de cabeza del mexicano Chicharito Hernández a diez minutos para el final. El «mayor encuentro del fútbol inglés», tal y como lo había calificado el técnico del United, Sir Alex Fuerguson, fue esta vez un partido trabado hasta los últimos 20 minutos, en los que Steven Gerrard adelantó a los locales a balón parado y Hernández volvió a equilibrar el choque poco después de salir del banquillo.
Alex Ferguson renunció en su equipo titular a dos de sus atacantes más letales, Wayne Rooney y Chicharito. El técnico de los red devils introdujo hasta siete novedades en la alineación titular respecto al equipo que derrotó al Norwich en la séptima jornada de liga, entre ellas la de David De Gea, que recuperó la titularidad tras ceder su puesto a Lindegaard hace dos semanas.
El Liverpool saltó a Anfield con un planteamiento conservador, dispuesto a frenar los embates del Manchester United en su propio campo y con el uruguayo Luis Suárez como única referencia en la punta de ataque. La táctica del escocés Kenny Dalglish funcionó al inicio del partido y la presión de los locales dificultaba a los de Ferguson mantener la posesión del balón. Era el United, sin embargo, el único que creaba las contadas ocasiones de peligro que se vieron en una primera media hora de juego en la que los dos guardametas españoles, De Gea y Reina, fueron meros espectadores.
Las llegadas de los de Ferguson al área de Reina se producían tras fabricar elaboradas jugadas colectivas cuyo protagonismo recaía en el delantero Welbeck. En el Liverpool, que apostaba por jugadas más rápidas y directas, fue Suárez el que tuvo en sus botas la mejor ocasión de la primera parte al plantarse solo ante De Gea, que salvó el disparo del uruguayo y evitó el primer gol de los locales.
A Ferguson le entraron pronto las dudas sobre su decisión de dejar en el banquillo al máximo goleador de la Premier, Rooney, que comenzó a calentar a los cuarenta minutos del encuentro, aunque no se vistió de corto hasta bien entrada la segunda parte. El desequilibrio llegó al encuentro con una falta al borde del área que Steven Gerrard botó en el minuto 68. El capitán del Liverpool lanzó un disparo seco contra la barrera del United, que se desintegró cuando Giggs y Welbeck se apartaron y dejaron pasar un balón que sorprendió a De Gea.
Tras varios meses de baja por una lesión, el capitán de los reds»reaparecía en Anfield como titular para marcar el primer gol de los suyos. Fue entonces cuando Ferguson echó mano de todo su arsenal y dio entrada a Rooney, Nani y Chicharito, que no tardó más de diez minutos en igualar el choque. El mexicano aprovechó un remate desviado de Welbeck a la salida de un córner y la confusión creada en el área local para rematar el balón con la cabeza al fondo de la red de Reina y trasladar al marcador definitivo 1-1.
El patinazo lo aprovechó el Manchester City, que mantuvo con una goleada de 4-1 sobre el Aston Villa su condición de líder de la Premier League. El italiano Mario Balotelli puso al City por delante con su cuarto gol en cuatro juegos, una chilena impecable tras un tiro de esquina de Shay Given en el minuto 28. Otros dos goles tempraneros en el segundo tiempo, por intermedio de Adam Johnson y Vincent Kompany, marcaron a fuego el partido.
Stephen Warnock recortó distancias a 3-1, pero James Milner recuperó enseguida la diferencia de tres goles contra su ex club con un tiro a las puertas del área de impecable factura.