Cavendish remata el dominio británico con el oro Mundial

b. urraburu RUDERSDAL / COLPISA

DEPORTES

26 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Mark Cavendish cruzó la línea de meta como ganador del Campeonato del Mundo de fondo en carretera y cuando se paró no hacía más que mirar hacia atrás. Buscaba a sus compañeros de selección, a los que debe una parte importante de su victoria.

Inglaterra realizó durante los 266 kilómetros de la prueba un enorme trabajo.

Tampoco se puede decir que el trabajo de la selección española fuese malo. Tanto Flecha, como Rojas y Barredo dejaron a Freire delante. Se quedó un poco cerrado y se encontró con un enjambre de piernas que giraban tan rápido que no tuvo opción. Acabó noveno. La selección española cumplió el guión, como Suiza (Cancellara), Noruega (Boasson Hagen), Australia (Goss) o Bélgica (Greipel). Estamos hablando de los hombres más rápidos del mundo y Freire, por desgracia, a los 35 años, no tiene la rapidez suficiente para hacer frente a quienes estuvieron por delante de él. Freire acabó su séptimo mundial entre los diez primeros.

En un enfrentamiento abierto, con una llegada más o menos plana, nadie puede con Cavendish. Tampoco André Greipel, ex compañero de Cavendish, consiguió superar a un corredor del que se decía que el inglés no le quería entre los nueve elegidos de Giro y Tour.

Las oportunidades para los velocistas en un Mundial son escasas y hay que aprovecharlas. Lo hizo Cipollini en Zolder, con sabotaje incluido a Freire por parte de algún componente de la selección italiana en 2002, y también Tom Boonen en 2005, en Madrid. Ni Cavendish, ni Inglaterra desaprovecharon uno de esos momentos que tardarán en volverse a repetir. Vencía 46 años después de que otro británico, inglés también, lograse el título mundial, en 1965, en el circuito de Lasarte, Tom Simpson.

Los 266 kilómetros mundialistas dejaron todas sus emociones hasta los últimos 400 metros, en la recta que conducía a la llegada, donde se jugaba todo el trabajo realizado. Hubo un buen número de escapadas, pero siempre condenadas al fracaso. También hubo una caída a 70 kilómetros de la meta, en la que se vio implicado Reynes, que le obligó a abandonar, y que dejó a Thor Hushovd fuera de la carrera. Un rival menos, que quizá dejó una plaza libre en el podio. Otro hombre importante que abandonó fue Frank Schleck.

Para Cavendish es su tercer maillot arco iris, los dos anteriores fueron en la pista. Freire, por séptima vez, finalizó entre los diez mejores, pero estuvo lejos de un podio que completaro el australiano Matthew Goss, plata; y el alemanán André Greipel.