Nibali y Purito pierden comba

Carlos de Torres LAGOS DE SOMIEDO / EFE

DEPORTES

04 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El estonio Taaramae estrenó en solitario la cima asturiana de La Farrapona, llegada en alto inédita en la Vuelta donde el británico Wiggins reforzó su liderato y se hundieron dos de los favoritos, el italiano Nibali y el español Purito Rodríguez.

El zorro Taaramae, de 24 años, rentabilizó la fuga que marcó la decimocuarta etapa e inauguró su cuenta en una de las pruebas grandes. Un triunfo que concretó tras dejar la compañía de David de la Fuente, quien recibió la orden de parar desde el coche del director para ayudar a su compañero Juanjo Cobo, segundo en meta a 25 segundos del ganador y cuarto en la general a 55 segundos del líder.

De la Fuente entró tercero, decepcionado porque se escapó el triunfo después de tanto sacrificio, pero posponiendo los valores personales. «El compañerismo y la amistad valen más que una etapa», dijo el corredor cántabro. Bradley Wiggins superó el primer asalto decisivo en el infierno del norte. Entró en meta a 45 segundos de Taaramae, al frente de un grupo que completaron su compañero y escudero de lujo Froome, el holandés Mollema y el ruso Menchov.

Decepción

Sin embargo, La Farrapona, un puerto de 16 kilómetros que concentra su real dureza al final del ascenso, mermó seriamente las opciones del defensor del título, Nibali, quien cedió 1 minuto y 21 segundos a Wiggins, casi la misma distancia que lo separa del británico en la general a falta del Angliru, último obstáculo de alta montaña. Purito Rodríguez tampoco aprovechó una de sus finales. Atacó dos veces en el alto de San Lorenzo, previo a La Farrapona, pero no remató la estrategia del Katusha en toda la jornada. A la hora de la verdad lo pudo seguir la rueda del dúo Froome-Wiggins, una sociedad que aguanta de manera peligrosa para sus rivales.

El maillot rojo de Wiggins cada día es más intenso, pero la clasificación no habla de diferencias definitivas. Su renta es inferior al minuto respecto a Froome, Mollema, Cobo y Fuglsang. El Angliru será su prueba de fuego: si la pasa, tendrá casi todo ganado. Juanjo Cobo, el bisonte de la Pesa, se ha convertido en la baza española en la lucha por el podio.