Christopher Froome ha entrado de lleno en la historia del ciclismo mundial. Ya lo había hecho con su participación en el Tour del 2007, cuando se convirtió en el primer corredor nacido en Kenia que participaba en la prueba francesa. Ayer, en Salamanca, fue un poco más lejos y consiguió ser también el primer corredor nacido en África que es líder de una de las tres grandes carreras por etapas del ciclismo mundial.
La contrarreloj la ganó Tony Martín, que entraba dentro del grupo de los favoritos, a una media de 50,447 kilómetros por hora, precisamente por delante de Froome y de Bradley Wiggins, que se dejó 1.22. Fabián Cancellara acabó cuarto, a 1.27. El nivel fue muy alto. Luis León Sánchez finalizó noveno, a 2.02. Joaquín Rodríguez no lo hizo mal. Se dejó 5.24 con respecto a Tony Martín, que no va a contar para la general, y Wiggins fue de más a menos. Pasó de marcar el mejor tiempo en el kilómetro 13,3 a hundirse en la parte final de la etapa.
Pero la sorpresa en esos 47 kilómetros la dio Christopher Froome, el nuevo líder, no solo por sus prestaciones deportivas, que son importantes, sino por la historia que arrastra por detrás. Froome nació en Nairobi y se lo conoce como el keniano blanco. Su madre, fisioterapeuta, y su padre, organizador de eventos industriales, le regalaron una bicicleta -«lo que me permitía desplazarme de un lado para otro», explicaba en la rueda de prensa-. «Una bicicleta es algo que ningún keniano puede regalar a sus hijos. También es por eso por lo que eligen el atletismo. Es una lástima, porque el talento está ahí esperando a ser destapado. Pero promover el ciclismo allí es difícil», reconoce.
Su siguiente destino fue Sudáfrica. «Allí fue donde comencé a correr y fui haciéndome corredor poco a poco. De hecho, en Sudáfrica me consideran sudafricano», explica. Curioso el destino de este corredor que tiene pasaporte británico, nació en Kenia y lo consideran sudafricano.
Le gustan las carreras de tres semanas. Es un ciclista de etapas largas, duras, que se ha convertido en la gran sorpresa de esta Vuelta a España. Trabaja para Wiggins, pero si el británico falla, podría tener un recambio en su compañero de equipo.