Todo cambia para seguir igual

p. barreiros / x. fernández A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El Dépor tiró de sus viejos recursos para estrenarse con victoria en Segunda División

29 ago 2011 . Actualizado a las 13:30 h.

El Dépor del ascenso no se diferencia tanto del que descendió de forma lastimosa hace solo tres meses. En el estreno en Segunda sumó tres puntos gracias a un recurso tan manido durante sus últimos años en Primera como efectivo, la estrategia y el protagonismo de su línea defensiva, pues lo salvó de un buen número de aprietos. No fallaron a la cita la falta de acierto de los delanteros o el protagonismo supraterrenal de Aranzubia. Resultó diferente, en cambio, la apuesta decidida del equipo de Oltra por la posesión, la recuperación ¿definitiva? de Guardado y la irrupción de un canterano con muchas horas de vuelo en la categoría, Álex Bergantiños.

La mejor línea | La seguridad defensiva.

El Recreativo no cruzó el mediocampo con peligro prácticamente hasta el tramo final del partido. Inexpugnables por tierra, mar y aire Colotto se convirtió en un valladar, mientras Aythami y Ayoze no se complicaron la vida. Solo el capitán Manuel Pablo, que dio una lección de pundonor en algunos lances, pasó apuros para frenar el descaro de su par. Además, esta sobriedad dio alas al Dépor en ataque, donde llegó siempre fácil al remate.

balón parado

Las estrategias y los cabezazos de Colotto.

Tras una pretemporada entera y un sinfín de ensayos en los entrenamientos el Dépor marcó de jugada a balón parado. No lo había logrado en los amistosos, pero en el primer partido oficial se estrenó. Lanzó más de una docena de saques de esquina sobre la meta de Manu, muy estático bajo palos y que recibió un aluvión de remates. La mayoría de los centros llegaron desde la bota izquierda de Guardado y casi todos llevaron peligro. El Recreativo no supo frenar la jugada favorita de los deportivistas, quienes prolongaban en el primer palo en busca de la llegada un rematador. En el gol de Colotto peinó Valerón hacia atrás para que Colotto, rey en el segundo palo, sentenciase esta vez desde el centro.

LA FIGURA | Aranzubia, el santo de Riazor.

Llegó con la carta de libertad de la mano de Lotina, y en Primera no solo se hartó de parar, sino que hasta marcó un gol. Ayer dejó claro en Segunda quién es el santo de Riazor. Las dos oportunidades de Pablo Sánchez, un cabezazo en plancha al hueco donde casi ningún mortal llega y un chut a bocajarro, se convierten en su mejor tarjeta de visita.

EL ÍDOLO | Los destellos de Valerón.

Unas gotas de Valerón bastan. Sin desgastarse en las tareas defensivas de presión en las que participan sus compañeros, aguantó bien la primera parte y, solo cuando todo el equipo bajó físicamente en la segunda, pareció acusar el esfuerzo. En cualquier caso, Valerón aguantó los noventa minutos, mientras Guardado, su mejor socio el sábado, sí que fue sustituido.

GOLES | La prolongada falta de acierto de los delanteros.

Ni Riki primero ni Lassad después lograron borrar el estigma que los acompaña en las últimas temporadas. El madrileño volvió a fallar una ocasión casi tan clara como aquella a puerta vacía del Teresa Herrera. A centro de falta desde la izquierda cabeceó fuera cuando estaba solo en el centro del área y sin oposición alguna. De tirarse de los pelos.

Filosofía | La defensa no solo saca el balón a pelotazos.

El gusto de Oltra por el dominio del balón y la necesidad de que el Dépor imponga su ritmo en los partidos obliga a todos los futbolista a apostar por el buen fútbol. El sábado los centrales desecharon el pelotazo y salieron con el balón controlado siempre. Colotto asumió los galones de mando de Lopo y repitió sus clásicas arrancadas. Solo Aythami pareció tener más problemas con el balón en los pies.

REDESCUBRIMIENTO | Guardado parece un jugador nuevo.

Por fin el mexicano pareció capaz de desequilibrar un partido con la camiseta del Dépor. Eso sí, en Segunda División, donde parece un jugador de superior categoría. En Riazor se asoció especialmente con Valerón al que aportó mucho de lo que el mago ya no puede aportar en el apartado físico. Si sigue en el equipo, a partir del 31 de agosto debe asumir sin rodeos su liderazgo sobre el campo.